Oihane Cabezas | Investigadora de AZTI

«El vertido de pellets en Galicia puede llegar a la costa vasca en una semana»

– Parece que el pellet ya ha llegado a las costas asturianas.

– Sabiendo la época del año que es y las corrientes, que en otoño e invierno pasan de oeste a este, lo esperable es que, si hay algo de material, en unas semanas o un mes, pueda llegar a nuestras costas. Lo que pasa es que no sabemos cuánto hay, no sabemos cuántos pellets están depositados en el litoral gallego, asturiano y cántabro. Tampoco sabemos cuánto podría llegar, pero la lógica nos dice que algo va a llegar.

– De qué depende que lo haga antes o después?

– Hasta que hagamos los estudios no podemos decirlo. Podría ser una, dos o tres semanas, no lo sabemos. Depende también de las condiciones del mar o de los vientos. Si hay viento de oeste-noroeste, es muy probable que llegue a costa. Hay muchas variables que se tienen que estudiar.

– ¿El peor escenario es que llegue a la costa?

– Claro. Estamos hablando de unas pequeñas bolas de plástico. Son muy puras, es decir que están hechos de más de un 90% de diferentes polímeros.

– ¿Para qué se utilizan?

– Para hacer cualquier producto de plástico. La mayoría flota y cualquier ave o fauna marina puede ingerirlo. En estos momentos el impacto es físico, porque se pueden ingerir y se pueden acumular en el estómago. En el peor de los casos, esos animales podrían morir de inanición.

– ¿Este material no se biodegrada?

– Cuesta muchísimo tiempo. Al final se irán fragmentando poco a poco y se generarán unos microplásticos mucho más pequeños todavía que podrán ser ingeridos por otro tipos de organismos también mucho más pequeños. Al final estamos hablando de pellet de dos o cinco milímetros. Es una esfera pequeña que se puede ver a simple vista.

– ¿Qué más impactos puede tener?

– Al estar en el mar puede ocurrir que adhieran a su superficie diferentes contaminantes que ya están en el agua y se sean transportados de un lado a otro por estas bolas, pero en estos próximos años el problema va a ser físico.

– ¿En alguna parte no muy lejos de aquí hay una masa de pellets dirigiéndose a nuestra costa?

– Es que no lo sabemos. Hay que ver si hay mancha o no. Hemos hablado con colegas investigadores de allí y dicen que sí que hay, lo que pasa es que en el mar todavía no tenemos información. Estamos hablando de muchas toneladas. La magnitud ha sido muy grande. Es como un manto de pellet.

– ¿Si este gran manto llega al País Vasco nos enfrentaríamos a un problema grave?

– Esto de momento es una suposición porque no sabemos cuándo va a llegar, pero es verdad que es un problema grave, aunque tampoco es gravísimo. Hay que poner las cosas en su contexto. Si hablas del 'Prestige', aquello fue muchísimo más grave porque era una contaminación química. En el caso de los pellets, la parte química llegará en el futuro. No es que no sea nada, dentro de la gravedad es un poco menos grave de lo que podía haber sido con otro tipo de contaminación, pero eso no quita que no se tenga que tomar acciones.

–En Galicia ha salido mucha gente a limpiar las playas

– Debemos tener en cuenta que si no lo haces de manera coordinada y con medios y equipos adecuados, puedes generar más problemas porque puedes arrancar especies en el medio. Ese tipo de recogidas se tiene que hacer de una manera concreta para no dañar más el medio. Hay que tener precaución, no se trata de ir allí y recogerlo todo.

– Se puede ir con buena intención pero hacer un destrozo.

– Eso nos pasa con la basura que está sumergida en el los fondos del mar. Muchas veces algo que se deposita en el mar actúa de arrecife artificial donde se van acumulando organismos. Si arrancas todo eso, arrancas también todo el hábitat de estos organismos.

– ¿Se pueden utilizar redes para recoger en el agua los pellets antes de que lleguen a la costa?

– Sí, claro. Con redes de mallaje pequeño sí que puedes recogerlo. El problema está en localizar esa mancha de pellet, primero hay que detectarlo. Una vez que llega a playa, la recogida es costosa.