El primer gran brote de hongos anima el inicio de la temporada

Ya se pudieron ver esta semana ejemplares en el mercado de Ordizia del miércoles y ayer en Tolosa. La abundancia en los bosques de setas y hongos ha hecho que aquellos que disfrutan de estos en el plato hayan podido degustarlos. En Ordizia, se ofrecieron en varios puestos unos 20 kilos de diferentes especies recolectadas en los bosques de la zona, mientras que en los puestos de Mikel Lasa y Barcina, especializados en su venta, se sumaron un total de 200 kilos, también de la zona. No se puede obviar su precio. El kilo de Boletus estaba a la venta a un precio que oscilaba entre 15 y 35 euros. Lasa completó su oferta con 30 kilos de ziza hori (a 20 euros el kilo) y 10 kilos de 'perritxiko beltza' (a 20 euros el kilo). En el de Barcina, en cambio, tenían trufas (a 5, 10 o 15 euros cada una, según su tamaño).

Javier Gómez, técnico de la sociedad Uxama que gestiona el parque micológico de Ultzama, ayer no daba abasto atendiendo a los numerosos aficionados que acudieron a Larraintzar con el firme propósito de llenar sus cestas. «Esta semana ha venido mucha gente y hemos recibido muchas llamadas para solicitar los permisos para venir al parque». La noticia del brote ha corrido como la pólvora y los seteros no han dudado en dar inicio a la temporada. «Hemos contabilizado unas 300 personas que han accedido al parque con permiso. Hay que recordar que quien no logra el pase corre el riesgo de ser multado», comentaba ayer Gómez. De hecho, se registraron denuncias impuestas por los técnicos del Guarderío y Medio Ambiente y Seprona.

A unos cuantos recolectores les salió caro el cesto de hongos por no cumplir esa norma. «Es necesario que la gente solicite los permisos. Ahora solo se pueden tramitar de manera presencial acudiendo a nuestro puesto en Larraintzar, no se pueden obtener 'online'. Es necesario controlar el tránsito de gente por el parque porque se reparten permisos anuales a los que se añaden los diarios, limitando así el número de personas que acuden a recolectar. Nuestro máximo objetivo es concienciar a la gente del respeto del medio ambiente a la hora de recolectar y del mantenimiento de las setas, no damos prioridad al afán recaudatorio», destaca Gómez.

Quienes han acudido estos día han disfrutado con unas setas que han brotado con ganas. «Esta pasada semana, el 'Boletus GR'. Edulis ha brotado con fuerza (55%), seguido por la 'Amanita caesare'a (10%), la 'Amanita rubescens' (7%), el 'Boletus erythropus' (5%) y la 'Macrolepiota gr. procera '(4%)». También han proliferado los gorringo, gamuas o lenguas de vaca, ziza horis,...

La combinación entre un alto grado de humedad y el descenso de temperaturas, que han sido los factores determinantes para que las setas emerjan, ha hecho que se haya podido ver y recoger de manera abundante, aunque «ha sido un golpe de hongos grande, pero que no nos puedan los nervios para recoger todos de una vez. La temporada es larga». Lo que sí destacan es la gran presencia de limacos, lo que consideran «la antesala de la fructificación» de los preciados tesoros culinarios.

Las abundantes lluvias caídas a finales de agosto han hecho que empezaran a brotar las setas, sobre todo, 'Boletus gr. edulis', tras un verano inusual, en el que a principios de agosto en la zona norte del valle de Ultzama se mantenía algo de humedad y se podía ver gran variedad de especies aunque no era reseñable la cantidad. En el parque micológico navarro hablan de un «buen verano micológico en el que hace meses hubo bastantes gibelurdiñas, pero también sus copias no comestibles, las 'Amanita phalloides', o los 'Omphalotus' que se parecen a la ziza hori y son venenosas». Conocer cada especie es fundamental, según el responsable del parque micológico de Ultzama.

Los aficionados a su recolección están disfrutando, pero Gómez quiere incidir en la precaución a la hora de recolectar hongos y otras setas. «Ante la duda es mejor no coger ninguna seta, ni mezclarla con las que sabemos son buenas». Mejor prevenir que curar, o aprender. Para ello, la empresa Uxama propone cursos formativos que imparte en el mismo parque. «Queremos que la gente aprenda a reconocer los micelios y setas, sus hábitats, algunas de ellas comestibles y otras tóxicas».