«Nos estamos poniendo en forma física y, sobre todo, emocional»

Recibió en primavera una llamada de Iñaki Navascués, quien le puso al corriente del proyecto, y no se lo pensó dos veces pese a que hasta entonces nunca había oído hablar de un 'dragon boat'. En Semana Santa comenzó a entrenar con sus compañeras. «Hemos hecho muchas cosas. Casi ninguna sabíamos remar y al principio nos faltaba algo de coordinación», pero poco a poco han aprendido a conjuntarse. «Lo más difícil es conseguir ir todas a la vez, pero al final es lo más bonito. Somos mucha gente en un espacio muy pequeño, estás pegada a la de delante y la de atrás, es un ejercicio de coordinación».

A Naiara le detectaron cáncer de mama en 2018 y se lo volvieron a detectar en 2023. «Sigo en tratamiento, pero con un buen diagnóstico», afirma. Es una de las tripulantes de una embarcación que aún no tiene nombre -«lo estamos pensando»- y que está abierta a nuevas incorporaciones. «Lo pasamos femomenal, hay muchas risas y, además, compartes tu experiencia con otras mujeres que han pasado lo que tú o lo estan pasando. Entre nosotras las conversaciones surgen de forma espontánea, es otra manera de hacer terapia», explica.

«Nos estamos poniendo en forma física y sobre todo emocional», dice Naiara. «Es un ejercicio muy completo, especialmente para nosotras, porque trabaja en la recuperación muscular de toda la zona afectada del brazo». Pero no solo es completo en el plano físico. «Para mí lo más importante es el ánimo, porque al final la mayor pelea es con la cabeza. Se trata de quitarte el miedo con el que vives y ocupar más la mente con el deporte».