«He perdido todos mis quesos en el incendio y no podré estar hoy en Ordizia»
Joxe Manuel Etxeberria almacenaba 30 toneladas en la quesería de Getaria que se incendió el 20 de agosto. El pastor vio hace tres semanas cómo el fuego destruía además los pabellones construidos hace poco y devoraba todo su negocio familiar
Un enorme silencio impera en los alrededores del caserío Agerre Berri de Getaria. Apenas se escuchan los balidos de las ovejas de Joxe Manuel ... Etxeberria que descansan en uno de los espacios habilitados para ellas. A escasos metros se encuentran los pabellones calcinados por el voraz incendio que se produjo hace tres semanas y destruyó el sueño de este pastor de Getaria.
El fuego también devastó la quesería en la que Etxeberria guardaba unos 30.000 kilos de queso de denominación de origen Idiazabal. Hoy, el pastor no podrá participar en el concurso de Ordizia. Ni en Ordizia, ni en ninguna otra feria ya que las 30 toneladas de producción de este año quedaron destruidas en el fatídico incendio que arrasó su negocio el pasado 20 de agosto.
El pastor de Getaria relata aquella pesadilla, y confiesa que vivió la historia más triste de su vida, que desde aquel día no puede borrar de su mente. Una gran angustia se apodera de su garganta mientras repasa lo ocurrido aquella tarde de martes. Con la voz entrecortada, Etxeberria cuenta cómo comenzó todo. «Estábamos trabajando como todos los días con el rebaño, tranquilos. De repente empezó a salir mucho humo pero no veíamos el fuego, no sabíamos lo que pasaba». Fueron unos minutos eternos en los que la espera hasta la llegada de los bomberos se hizo interminable. Joxe Manuel con ayuda de alguno de sus trabajadores solo pudo salvar la maquinaria que se encontraba en uno de los pabellones del caserío.
«De repente empezó a salir mucho humo pero no veíamos el fuego, no sabíamos lo que pasaba»
«Tengo previsto vender las ovejas que parirán pronto para hacer frente al pago de parte de la hipoteca»
Muy cerca se hallaba la alfalfa almacenada para alimentar a las más de 800 ovejas que tiene, al parecer, el origen del fatídico incendio. «Trajimos la alfalfa una semana antes del incendio. Un primer camión cargado de las pacas llegó un miércoles y el segundo, un viernes», recuerda. Era el alimento con el que Etxeberria iba a nutrir a sus ovejas durante los meses de invierno. «Al parecer, no estaba lo suficientemente seca y se produjo un proceso de fermentación en el interior de alguna de ellas, según nos han explicado los expertos, y allí comenzó el fuego», relata el getariarra. Recuerda que «no veíamos el fuego pero el calor era insoportable en el interior del pabellón. Intenté acceder porque teníamos atado un perro en el interior y cuando entré no podía soportar el calor que hacía» y tuvo que salir.
Poco o nada pudo hacer Joxe Manuel para salvar la vida del can, pero no por ello desistió en su empeño de apagar lo que podía de las llamas en aquel duro momento en el que veía cómo el humo dejaba paso a una gran llamarada que a través del tejado se adueñó del pabellón en el que tenía un buen número de ovejas. Sacarlas fue entonces su máxima preocupación. «Intentamos por todos los medios sacar a los animales cuanto antes, porque veíamos que el fuego estaba extendiéndose por todo el tejado del pabellón». A pesar del esfuerzo del pastor un grupo de carneros jóvenes se quedó en el interior. «Comenzaron a amontonarse en una de las esquinas del pabellón y no pudimos hacer nada para sacarlos», cuenta Etxeberria. Además, recuerda que «comenzó a caer el material aislante que habíamos colocado en el tejado. Estaba ardiendo y se filtraba por las parrillas del suelo y prendía el estiércol que se encontraba en el fondo».
Una imagen dantesca que el pastor tiene grabada en su retina y se suma a los recuerdos que guarda del final de esta historia. Joxe Manuel cuenta cómo minutos después de sacar el rebaño, vio desaparecer el tejado de la quesería del caserío Agerre Berri. «No podíamos hacer nada para sacar el queso que teníamos almacenado en el interior de las cámaras frigoríficas. Perdimos toda la producción». Todavía sigue pensando que «tal vez, hubiéramos podido sacar algunas piezas, pero la Ertzaintza nos lo impidió. Decían que era muy peligroso». Etxeberria resignado, asegura que « tuvo que ser así y ya no podemos hacer nada ni pensar en lo que podíamos haber hecho».
Hacer frente a la hipoteca
El relato del pastor de Getaria acaba en un silencio absoluto que deja entrever el dolor y la impotencia de quien lo ha perdido todo. «Empezamos haciendo queso hace 25 años. Desde entonces, hemos trabajado con el rebaño, elaborando el queso que vendíamos en las ferias de Euskal Herria, esquilando, con la maquinaria para otros baserritarras...», relata Etxeberria. «Una semana antes del incendio, había enviado 1.000 kilos a uno de los comerciales que lo vende por Cataluña, Madrid, Galicia...», recuerda. Fueron las últimos piezas comercializadas de la producción.
«Ahora, no tenemos queso para vender. No tenemos ingresos, pero tenemos que hacer frente a una gran hipoteca que adquirimos para construir y rehabilitar los pabellones, la maquinaria, la quesería...», explica Joxe Manuel. «De momento, estamos inmersos en el proceso de evaluación de los daños, negociación con el seguro, recabando información, haciendo inventario de lo que hemos perdido...». Según el pastor, «el proyecto para levantar ahora todo lo que se ha quemado está valorado en dos millones de euros». Cifra muy alejada de sus posibilidades en estos momentos, aunque Joxe Manuel hace un guiño positivo en mitad de esta triste desgracia. «Tengo previsto vender las ovejas que parirán pronto y con el dinero que saquemos espero hacer frente a una parte de la hipoteca, porque si no perderemos todo». Asegura que ha recibido grandes muestras de apoyo y ayuda de sus vecinos y de los pastores que se han acercado hasta su casa, pero en estos momentos su mayor preocupación es afrontar los pagos de la hipoteca. «La gente nos está ayudando con aportaciones en una cuenta que tenemos en BBVA (ES 19 0182 0361 8802 0158 5092) y todo suma para hacer frente a esta prueba de la vida».
Al dolor de la pérdida del negocio familiar, se suma una decisión dura para el pastor de Getaria. Su hija aprobó en junio con matrícula de honor la selectividad y logró una plaza para estudiar en la universidad de Salamanca, lo que requiere un fuerte desembolso económico. La tragedia ha trastocado esas previsiones: «No tengo dinero para pagarle la estancia y no va a poder ir a la universidad. Entre las personas que se han acercado a nuestro caserío después del incendio hubo algún cargo público que se brindó a ayudarnos en lo que hiciera falta y le he pedido que nos eche una mano para conseguir una plaza o una ayuda para que mi hija no pierda el curso universitario. Espero que pueda hacer algo», concluye apesadumbrado Etxeberria.
47 quesos competirán hoy en Ordizia
Todo está preparado para celebrar hoy en Ordizia la feria de las ferias de Gipuzkoa. En más de 300 puestos se podrán comprar las mejores verduras, frutas, hortalizas... desde primera hora de la mañana. No faltarán las exposiciones de ganado vacuno de raza Pirenaica, perretxikus... A partir del mediodía el queso se convertirá en el protagonista de la jornada. El frontón pequeño de Ordizia se convertirá en el escenario de la cata de las 47 piezas que se presentan al gran concurso de quesos elaborados con leche cruda de oveja Latxa o Carranzana. Hasta las 13.30 horas no se sabrá quién se hace con el premio del campeonato y quién adquiere la mitad del queso ganador en la subasta que se realizará posteriormente. Además, la 46 feria extraordinaria de Ordizia homenajeará al ganadero Pedro Katarain del caserío Aritzeder de Idiazabal.
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