El 'tercer hilo' para el tren de alta velocidad entre Donostia y la muga se completará en 2025

El proyecto para que la alta velocidad llegue hasta la muga usando el trazado ferroviario existente se conoce como las obras del 'tercer hilo'. La denominación puede dar a entender que se trataba de colocar una tercera línea ferroviaria que permitiera la circulación de trenes de ancho ibérico y trenes de ancho internacional (los de alta velocidad incluidos). La realidad era muchísimo más compleja. Se trata de una inversión de más de 53 millones de euros que, entre Astigarraga e Irun, requiere cambios en las plataformas, en las traviesas, en las comunicaciones, en el suministro eléctrico; requiere incluso derribar puentes que pasan sobre la traza ferroviaria y reconstruirlos a mayor altura, además de ampliar hasta tres túneles a lo largo de los 19 kilómetros de trazado.

Las primeras actuaciones arrancaron en 2015 y en 2017 comenzó la operación para ampliar el paso bajo Gaintxurizketa, donde la quiebra de la adjudicataria creó un embrollo administrativo que dio el salto a lo judicial, generando un retraso en los tiempos de obra que han padecido, de manera especial, los usuarios de servicios ferroviarios con destino u origen en Irun. En Gaintxurizketa se propuso un innovador sistema que permitía ampliar el gálibo del túnel sin tener que suspender el servicio. Dado que el paso subterráneo superaba el medio kilómetro y los trabajos iban a llevar un buen tiempo, fue una alternativa aplaudida en su momento. Requería reducir de dos a una las vías, lo que limitaba los servicios: las frecuencias de Cercanías se reducirían y algunas líneas de largo recorrido moverían su cabecera a San Sebastián. Este era el plan para los casi tres años de obra previstos; retrasos mediante, lleva así siete. Ahora, con la obra nuevamente adjudicada y en ejecución, es cosa de semanas finalizar este tramo y Adif trabaja con la previsión de poder completar la operación del tercer hilo para finales de 2025.

El secretario de Estado de Transporte y Movilidad Sostenible, el irundarra José Antonio Santano, visitó este viernes el entorno de Araso, en Irun, donde se acaba de construir uno de los nuevos puentes en sustitución del que hubo que derribar para dejar a la vía altura suficiente para la alta velocidad. Es, según señaló Santano, la segunda operación de estas características que se ha ejecutado ya en la línea ferroviaria entre Astigarraga y la muga «y aún habrá cuatro más que se van a realizar durante este 2024» en Lasarte, Pasaia, Errenteria e Irun.

Este año incipiente va a ser determinante en el desarrollo del proyecto. Una de las claves va a estar en Gaintxurizketa, donde los reanudados trabajos para ampliar el vano del túnel van llegando al final. Santano dio la fecha de finales de febrero, «aunque luego vendrán otras tareas, como el revestimiento o la recuperación de la segunda vía».

No quiso comprometerse con los plazos en los que se va a recuperar la normalidad en el servicio. Cuando la tuneladora acabe en Gaintxurizketa aún tendrá que repetir la operación de ampliación en los túneles de Kaputxinos y Loiola. En el primero la actuación será breve, de apenas un mes y medio, aunque con serias afecciones, mientras que en el segundo las obras podrían prolongarse cerca de un año.

«Con la importancia que tiene el ferrocarril en esta zona y con la gran frecuencia de trenes de Cercanías que hemos tenido históricamente», recordó Santano, «hemos sufrido mucho con esta limitación tan severa del servicio que, además, se ha alargado mucho más de lo esperado y ha hecho daño a la imagen del ferrocarril. Vamos a recuperar la normalidad, vamos a recuperar los servicios que había antes del comienzo de la obra, pero para combatir el escepticismo quiero evitar las fechas a largo plazo. Prefiero hablar de los hitos cercanos, dar públicamente fechas concretas y reales». En este caso, la realidad, en este caso, «es que la tuneladora está a 67 metros de la boca del túnel y que cuando los usuarios del ferrocarril pasemos por allí en marzo, veremos que el túnel ya está ampliado».

Al hablar este viernes del desarrollo de los distintos aspectos de la adaptación de esos últimos 19 kilómetros de la 'Y' vasca, el secretario de Estado anunció también «la construcción de una subestación eléctrica en Martutene, por valor de 5 millones de euros, y la previsión de construir otra más en Tolosa». El objetivo de estas dos instalaciones sería «dar respuesta a los incrementos de tráficos previstos con la implantación del tercer hilo entre Astigarraga e Irun».

Para que todo el conjunto de la operación del 'tercer hilo' hasta la frontera se pueda dar por terminada y esté plenamente operativa en todos sus puntos, en Adif apuntan, sin querer afinar más en la concreción, a «finales de 2025». Eso significa que la plataforma de alta velocidad que conecta Donostia con la red francesa estará operativa para esa fecha, incluido otro punto delicado, como es el paso por la estación de Irun.

La previsión en la ciudad fronteriza apunta a marzo de 2026 para que la construcción esté completamente terminada, pero de igual manera, se espera que para mayo de 2025 la primera fase de la estación esté acabada y operativa. Para entonces, habrá habilitadas vías de ancho internacional que den continuidad al trazado desde Donostia.

Santano se reafirmó en la promesa de que «a comienzos de 2026 entre en funcionamiento un Cercanías transfronterizo que conecte Donostia, Irun y Baiona». Aseguró que «el presidente de Renfe me ha asegurado, y yo le creo, que para comienzos de 2026», cuando estén terminadas las actuaciones del tercer hilo y de la estación de Irun, «estará en condiciones de lanzar trenes hasta Baiona. Hará falta recoger la autorización de la parte francesa, pero no debería ser un problema porque todos llevamos tiempo queriendo esto. Será un servicio estrella para el medio millón de personas que vivimos en torno a estos núcleos urbanos. Hasta ahora la única manera, prácticamente, de ir hacia el otro lado del Bidasoa es el coche. Si queremos hablar de movilidad sostenible, de descarbonización, de un mundo diferente, el tren tiene que jugar un papel protagonista. También aquí».