La hostelería alerta de que las nuevas medidas apenas dejan margen a los negocios pequeños y sin terraza
Las nuevas restricciones antiCovid que ayer entraron en vigor han agravado la inquietud de los hosteleros, que auguran ya más de los 400 cierres previstos
La nueva orden que entró ayer en vigor en Euskadi y que hace que la vida de la sociedad vasca sea un poco más «controlada», ... como comentó la consejera de Salud, Nekane Murga, arremete especialmente contra la actividad de los hosteleros. Este sector se ve nuevamente golpeado por las novedades que se incluyen en la orden, y no solo en lo que concierne al cierre del ocio nocturno a partir de la una de la madrugada, sino también en que los aforos se reducen. Quizás la norma no lo especifica de manera expresa, pero no hay más que echar cuentas.
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En eso estaba ayer Jesús González, actual propietario del bar Irrintzi. Jugaba mentalmente al tetrix para tratar de dar con la solución que le permitiera encajar las dos pequeñas mesas que tiene y además un par de banquetas en la barra. Pero todas las opciones le llevaban al 'game over', hiciera lo que hiciera.
Medidas en hostelería
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Grupos: 10 personas como máximo
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Prohibido el consumo de pie: Tanto en terraza como en el interior (incluida la barra) el cliente debe estar sentado
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Distancia: 1,5 m. entre clientes en barra. En comedor y en terraza debe calcularse 1,5 m. entre clientes, no entre mesas
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Fumar: Solo si la distancia es superior a dos metros
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Horarios: A las 00.00 acceso del último cliente y a las 01.00 horas, cierre de los locales
Cogió este establecimiento de la Parte Vieja donostiarra después de que su anterior propietario tuviera que cesar el negocio tras la primera ola del covid. El pasado 16 de julio, Jesús levantó la persiana con la ilusión de quien empieza un nuevo proyecto y con las ganas de poner toda la carne en el asador para sacarlo adelante. Pero ayer, después de poco más de un mes de trabajo, aceptaba que por mucha ilusión, sin clientela no se vive. «Es un local de 25 metros cuadrados, con la nueva normativa pueden entrar seis o siete personas como máximo», lamentaba. «Puedo decir que hemos trabajado tantísimo en un mes que cerramos por vacaciones», comentaba con cierta sorna.
El suyo es uno de los más de 400 cierres que la asociación Hostelería Gipuzkoa contempla como consecuencia del coronavirus en el territorio. Al inicio de la pandemia, Kino Martínez, secretario general de la entidad, estimaba entre un 8 y 10% la pérdida de establecimientos en Gipuzkoa. Sin embargo, las nuevas limitaciones y que éstas sean más restrictivas de lo que se esperaba, «hace que esas cifras se vayan a quedar cortas», advierte.
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La comparativa con la crisis de 2008 desde luego es abrumadora. Desde la asociación estiman que en los «tres o cuatro años» que se prolongó aquella 'pandemia' económica, el 8% de los establecimientos del sector se vieron obligados a cesar la actividad ante la falta de músculo financiero para soportar la falta de ingresos. Sin embargo, en menos de un año, esta crisis sanitaria se va a llevar por delante más de un 10% de los negocios del sector.
De vuelta a los tribunales
El decreto fue publicado ayer por la tarde en el Boletín Oficial del País Vasco (BOPV), en una edición especial, por lo que desde ese instante el cumplimiento de las nuevas medidas es obligatorio. «No es de recibo que entre en vigor en plena jornada laboral y no se de un mínimo de 24 horas de margen para poder aplicar estas disposiciones», critica Martínez.
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El documento cuenta además con el aval de la situación de emergencia sanitaria que se decretó el lunes en Euskadi, un respaldo que da seguridad jurídica al Ejecutivo de Urkullu pero que no amedrenta al sector, que en 17 autonomías recurrirá las medidas ante los tribunales superiores de justicia, valiéndose de los alegatos ya formulados en Euskadi y Aragón, que lograron salir airosos en un primer asalto.
«Me gustaría saber el porcentaje real de contagios en hostelería y que se dijera dónde se producen todos los demás»
Gorka Bueno, Bar Paco Bueno
«En mayo previmos el cierre de entre un 8 y 10% de los establecimientos, pero esas cifras creemos que se van a quedar cortas»
Kino Martínez, Hostelería Gipuzkoa
El recurso se tramitará «el viernes o el lunes», pero entre tanto, los locales deberán respetar que los grupos no sobrepasen las diez personas. «Una imposición en hostelería que se queda en recomendación para el resto de espacios», reprocha Martínez. Además, queda prohibido consumir de pie en la calle o en el interior del local y si se quiere estar en la barra deberá ser sentado y con 1,5 metros de distancia con el cliente de al lado. En comedores y terrazas, esa separación deberá guardase entre personas, no entre mesas como se hacía hasta ahora, por lo que los aforos volverán a reducirse.
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Aquellos bares que no tienen terraza ni comedor y cuyo atractivo es la barra reciben otro revés con esta nueva norma. Primero, las vitrinas para cubrir los pintxos, después la distancia en la barra y ahora la prohibición de estar de pie. Gorka Bueno tiene en la barra de su bar, el Paco Bueno de Donostia, una marca para orientar a los clientes dónde deben ubicarse. «Y ahora, iremos todos a buscar taburetes como locos», ironiza, al tiempo que no descarta «poner sillas de casa junto a la pared o un tatami para que la gente se siente en el suelo», dice con sorna.
«Lo típico de este bar era que hubiera 30 o 40 personas. Ahora no pueden entrar más de seis, como máximo»
Javier Navarro, Bar Narrika
«Tengo un local de 25 metros cuadrados; con la nueva normativa no me entran más de seis o siete personas»
Jesús González, Bar Irrintzi
La deriva que está tomando el consumo en los bares le resulta «muy frustrante». «Si no entran clientes, te agobias, pero si entran muchos, te da miedo por si estás incumpliendo alguna norma».
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Este hombre de familia de hosteleros se pregunta si el sector no estará siendo «la cabeza de turco» en esta 'nueva normalidad'. «Me gustaría saber, de verdad, qué porcentaje de contagios se producen en hostelería, y que se dijeran donde se producen todos y cada uno de los contagios», reprocha.
La realidad que describe Gorka le resulta del todo familiar a Javier Navarro, del bar Narrika, también en la Parte Vieja de Donostia. Este establecimiento, que cuenta con una barra alargada y poco o nulo espacio en la pared frontal para albergar más clientes, «no podrá congregar más de 6 personas como máximo a partir de ahora, cuando antes llegaban a estar 30 o 40, era lo típico de este bar», exclama Javier.
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La tónica habitual en estos tiempos y, que corre cierto riesgo una vez que acabe el buen tiempo, es que «la mayoría piden su bocadillo para llevar, son pocos los que se quedan ya en el bar».
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