Decenas de personas toman algo en la Parte Vieja de Donostia antes de la cena de Nochevieja. Michelena

La Nochevieja se celebra desde el mediodía

Los bares de Gipuzkoa se llenan de cuadrillas que se suman al tardeo para brindar por el año nuevo antes de la cena del 31 de diciembre

Macarena Tejada

San Sebastián

Martes, 31 de diciembre 2024, 00:07

No hace falta que las agujas del reloj marquen las 00.00 del 31 de diciembre para que los guipuzcoanos empiecen a celebrar el año ... nuevo. Brindar por un calendario en blanco, con 365 días por delante, es un ritual que últimamente se ha adelantado unas horas, una tendencia que arrancó en pandemia y que llegó para quedarse. La fiesta empieza para muchos al mediodía y sigue con el tardeo, momento en el que centenares de cuadrillas se reúnen en los bares para tomar una cerveza, un vino o incluso una copa y hacer 'chin-chin' en un día tan especial. «Es un plan muy parecido al de la tarde de Nochebuena», explica Ander Corcobado, encargado del bar Udaberri de Donostia. Situado en Reyes Católicos, una zona que suele llenarse de gente en fechas marcadas, los trabajadores de este establecimiento se encuentran con que cada vez más la gente apuesta por el tardeo. «Y no solo los jóvenes. Son grupos de distintas edades que se acercan a partir de las seis o siete de la tarde para tomar algo previo a la cena».

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Este local es uno de los que «por la tarde se llena». Pero quienes se acercan hasta el Udaberri «prefieren pedir la consumición y salir a la calle con ella para charlar, sobre todo si hace bueno». Los alrededores, donde hay otros bares del estilo, suelen estar repletos de amigos que se ponen al día mientras beben las primeras copas del día. Esta estampa, en San Sebastián, en muy típica de la zona de Reyes Católicos, pero se repite en otros puntos de la ciudad, como el barrio de Gros. En el bar y restaurante BSiete, por ejemplo, notan «una gran diferencia» entre el ambiente de la tarde y de la noche. Es más, este año han decidido cerrar el local después de la cena «porque baja mucho. No funciona. La gente cada vez sale menos a la noche y por la tarde se animan más». Solo mantendrán abierta la planta de abajo donde hacen fiestas privadas y la entrada está permitida solo a quienes hayan reservado el bar. «Es lo que mejor funciona porque solo entra el grupo de amigos, sin personas que no conocen».

«Mucha gente viene al poteo, sobre todo se animan a pedir cava para brindar», dice Araceli Vaz y Juanjo Romero, dueños del BSiete. «Cuando hace frío entran en el interior, pero si en la calle se está a gusto muchos también se quedan fuera». Este establecimiento está abierto hasta las nueve de la noche, aproximadamente, hora en la que cierran para cenar. «El momento clave de ambiente es entre las seis y media de la tarde y las siete. En ese rato suele haber un montón de personas». También en Gros, aunque en la zona de Peña y Goñi, está la Taberna del Pícaro. Es otro de los puntos clave para celebrar el tardeo en la capital guipuzcoana. «Los grupos de amigos empiezan a llegar a partir de las seis de la tarde. Se piden copas directamente y empiezan la fiesta», explican desde este bar. Aunque vienen notando desde hace tiempo el aumento del tardeo, consideran que esta «es una tendencia ascendente. Cada vez hay más gente que sale por la tarde y que quizá le da pereza salir a la noche». O, en todo caso, «hacen doblete». Ellos cierran a las ocho de la tarde y ese día no vuelven a abrir. Se centran en el tardeo.

Franceses en Irun

Donde también se celebra la Nochevieja desde después de comer es en Irun. En el restaurante Manolo, situado en pleno Centro del municipio, notan que por la tarde «la gente sale mucho a potear», aunque sobre todo creen que es «una cosa de los franceses, que además celebran la Nochevieja fuera y no vuelven a casa para cenar».

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«En Irun, normalmente, los locales salen a la tarde, dan una vuelta, echan unos tragos, vuelven a casa para cenar y luego salen», explica David Rodríguez, camarero del bar Manolo. Ellos no dan cena de cotillón. Abren por la tarde, «que es un golpe fuertecito», cierran en torno a las nueve y media y hacia la una vuelven a abrir «ya para la fiesta».

Las discotecas cuelgan el cartel de 'todo vendido' semanas antes de la cita

Hace semanas que las principales discotecas y pubs de Gipuzkoa cuelgan el cartel de 'todo vendido' para los cotillones de Nochevieja. Entre las más demandadas están las fiestas de Bataplán –para chavales a partir de los 16 años– y el Tenis –desde los 18 años–, en Donostia, que se han convertido en el principal reclamo de los más jóvenes. Pero no son los únicos. Cada vez más, bares de la Parte Vieja o de otros barrios de la ciudad optan por cerrar el establecimiento al público y alquilarlo para hacer fiestas privadas, una iniciativa que según los hosteleros ha ganado fuerza en los últimos tiempos. «Suelen juntarse diferentes cuadrillas que se conocen entre sí y reservan un local para celebrar allí la Nochevieja, normalmente después de las uvas», explican desde el bar BSiete de San Sebastián. No son los únicos que prestan este servicio.

Además, quienes prefieren ir a la aventura o evitar gastarse el dinero en una entrada de cotillón, tienen la opción se salir por la zona de bares de su municipio. En la capital guipuzcoana sería la Parte Vieja o la zona de Reyes Católicos, entre otros.

Este año un cotillón en el Reale Arena, organizado por la Real Sociedad en colaboración con Dantz, había generado expectación entre la población guipuzcoana. Pero tras poner a la venta las entradas, se canceló de forma abrupta. Los organizadores alegaban que, por razones «ajenas» a ellos, se había tenido que tomar esa decisión. Este periódico pudo saber que en realidad se anuló porque el reglamento municipal no permite celebrar un cotillón en una instalación deportiva municipal. Y el estadio de Anoeta lo es.

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