Munilla advierte de la «creciente agresividad hacia el que piensa distinto»
El obispo donostiarra alerta sobre los valores de una sociedad que genera «soledad» y que ignora dramas humanos «por no ser considerados políticamente correctos»
El obispo de San Sebastián, José Ignacio Munilla, ha advertido este miércoles, en la lectura de su homilía 'Creados para la gloria. Contradicciones de nuestra cultura' del día de la Asunción, a los feligreses que han acudido a la Basílica de Santa María, en la Parte Vieja donostiarra de «la creciente agresividad hacia el que piensa distinto» a través de las redes sociales, la convivencia diaria o «en el contexto de un ambiente social impositivo, en el que es perseguido quien se atreve a pensar de forma matizada», a pesar de que «el diálogo y la tolerancia son valorados como puntales básicos de la convivencia».
La existencia de multiplicidad de deseos que se reflejan «en forma de grandes contradicciones» han llevado, en opinión de Munilla, a una realidad donde «nuestra cultura nos ha aislado», con una familias «frágiles» que «se desintegran con facilidad». También reprocha que la tecnología «nos lleva a vivir aislados en una burbuja» y que la vida real camina «hacia la soledad» a pesar de que aparentemente triunfa «el sentido comunitario de la existencia».
Crecimiento de las adicciones
Frente a la teoría que lleva a la sociedad a pensar que se ha desarrollado «en la conciencia del valor de la libertad como expresión de la dignidad humana», la cultura que ensalza la libertad en realidad «genera esclavos de forma verdaderamente preocupante. El crecimiento de multitud de adicciones en nuestra sociedad es la punta del iceberg, que deja patente la fragilidad y la inconsistencia del valor de la libertad entre nosotros».
Para el obispo de San Sebastián, también existe «otro valor en alza» como es «la solidaridad con los desheredados de la sociedad y del planeta», con una opinión pública que se sensibiliza «hacia los colectivos más desfavorecidos y frágiles». Considera que «esta sensibilidad social se circunscribe con frecuencia hacia determinados focos de atención mediática, ignorando otros dramas humanos que son ocultados, acaso por no ser considerados políticamente correctos». Como ejemplo de esa afirmación ha puesto el aborto para lo que tomó las palabras del papa Francisco sobre «el descarte de los niños concebidos y no nacidos».
El crecimiento de multitud de adicciones en nuestra sociedad es la punta del iceberg, que deja patente la fragilidad y la inconsistencia del valor de la libertad entre nosotros»
A pesar de este panorama, el obispo José Ignacio Munilla ha tenido una mirada «hacia la esperanza» porque «la sociedad no está condenada necesariamente a esa disgregación en una multiplicidad de deseos contradictorios. La coherencia es posible, en la medida en que existe una cosmovisión que conjuga los valores; y sin que estos se disuelvan en otros antivalores». Para ello, «la luz de la fe continúa siendo vital para orientar el sentido de la existencia» porque «el caminante que olvida su punto de partida, pierde fácilmente la dirección de la meta a la que se dirige. Al mismo tiempo, si la meta es confusa, el camino es incierto. Y cuando se emprende un camino equivocado, cuando más se camina, más se aleja uno de la meta».
Durante su homilía, el obispo de San Sebastián ha recurrido en varias ocasiones a distintas reflexiones del actual pontífice, y más concretamente a la encíclica 'Lumen Fidei'.