1960 | 'Marcelino, pan y vino'
Seguramente, para quienes no peinan muchas, muchísimas, canas, el nombre de Pablito Calvo les resulte tan desconocido como la mayoría de quienes compartieron sus momentos ... de fama ya fueran, entre otros, Pepe Isbert o Peter Ustinov. Quizá se recuerden más los títulos de algunas películas que protagonizó, como por ejemplo 'Marcelino, pan y vino' (1954) o 'Mi tío Jacinto' (1956), dirigidas ambas por Ladislao Vajda.
Durante su anterior visita a San Sebastián, el año 1957, la llegada de Pablito Calvo (Pablo Calvo Hidalgo) se produjo a través de la estación de Amara, produciéndose, en aquella ocasión, malestar entre seguidores y prensa por lo imposible que resultó tener acceso siquiera a verle pasar, pues permaneció, el primer día, sin salir, de la habitación donde se hospedaba (Hotel María Cristina).
Su baño en La Concha
Recuperada la salud, al día siguiente, su presencia fue activa en las proyecciones del Palacio del Festival, y pudo acudir a las presentaciones, compartiendo escenario, entre otros, con Federico Fellini y Lola Flores.
Durante aquella visita, Pablito Calvo fue llevado al camarín de la Virgen del Coro, preguntándose la prensa si «¿la Madre de Dios habrá reconocido en este niño al que dio pan y vino a su Hijo?». Ocurrió el 28 de julio de 1957, al celebrarse en Santa María la llamada Misa del Cine.
Volviendo a la actualidad, a la actualidad de 1960, hoy, 10 de julio, Pablito Calvo, uno de los más populares actores infantiles del momento, volvía a estar en San Sebastián para acudir a la inauguración de la octava edición del Festival Internacional de Cine.
1960
Dirigida por Antonio Zulueta, la ciudad se llenó de estrellas en la octava edición del Festival de Cine
La presencia de Pablito Calvo estaba justificada porque hoy se proyectaba la película japonesa 'La serpiente blanca encantada', abriendo el ciclo de cine infantil.
Ayer, día 9, José María García Escudero clausuraba, en el Gran Kursaal, las Primeras Jornadas Internacionales de Escuelas de Cinematografía, «expresando su satisfacción porque el Festival de Cine las hubiera incluido entre sus actividades» y, haciendo visible esta colaboración, abandonaron la mesa los responsables de las Jornadas siendo ocupados los asientos por quienes llevaban las riendas del certamen donostiarra, figurando Antonio Zulueta como director del mismo, para proceder a la apertura de una programación que se auguraba óptima.
«Famosos del cine»
Y a pesar de los encantos de nuestra ciudad, de los muchos alicientes del Festival, y de todos aquellos atractivos que podían retener a los invitados entre nosotros, «hay momentos en los que parece, todos a una, se ponen de acuerdo para pasar unas horas en los sanfermines».
Aunque, llegadas las sesiones vespertinas y nocturnas, el Victoria Eugenia llenaba su aforo, lucía sus mejores galas y el locutor, Segundo Ángel Iglesias, por conocidos, no debía esforzarse demasiado en presentar a sus siempre «famosos del cine».
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