San Sebastián en 1960 | «Gentes inmorales» en la plaza del Sauce
Los vecinos reclamaban la intervención municipal ante una plaza pendiente de urbanizar y llena de suciedad. Y, además, «durante las noches, la Plaza del Sauceda cobijo a gentes inmorales que no se recatan de nada».
Tenemos la sensación de que la amaratarra plaza del Sauce es un lugar sin suerte. En una u otra circunstancia, a lo largo de los años ha aparecido varias veces en las páginas de El Diario Vasco para criticar su abandono o sus problemas.
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También en el lejano año de 1960, cuando sus edificios ya estaban levantados y ocupados pero la plaza aún se encontraba sin urbanizar. El 24 de julio de 1960 encontramos un comentario en EL DIARIO VASCO que comenzaba en los siguientes términos...
«Volvemos al tema de la Plaza del Sauce, en el Ensanche de Amara, de la que hemos recibido varias quejas de sus vecinos. Dicho lugar, en estos momentos, nada tiene que ver con ese poético nombre».
Y describían su situación hace 65 años...
«Todos sabemos que está sin pavimentar y que requiere una urbanización. Pero también entendemos que esto, mientras llegue, no impide el que se someta dicho recinto a una limpieza a fondo. No está lo uno reñido con lo otro, máxime cuando a dicha plaza dan los balcones y ventanas de 3.000 vecinos, y cuando también en sus porches, domingos y festivos de precepto, se celebra la Santa Misa con asistencia de numerosos fieles, y existen unos magníficos comercios que piden una entrada más decorosa de la que ahora disfrutan».
Nos sorprende el cálculo (¿excesivo?) de que 3.000 vecinos tienen vistas a la plaza. No tanto la mención a las misas. Hasta la apertura de la cercana parroquia de la Sagrada Familia en 1967, los porches de la plaza fueron usados provisionalmente por la Iglesia.
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Aquel texto del 24-VII-1960 que releemos hoy no sólo cuestionaba la higiene y limpieza de la plaza del Sauce. También su ambiente o, en expresión antigua, su higiene moral...
«Y por si esto no es suficiente, diremos que la Plaza del Sauce necesita de unas luces provisionales y de cierta vigilancia. Durante las noches, la Plaza del Sauce da hasta cobijo a gentes inmorales que no se recatan de nada. Para terminar con esto basta que se lleve a efecto la desaparición de la gran cantidad de porquería que allí existe y se coloquen unas luces».
Niños perjudicados
«Somos los primeros en lamentar el hecho de consignar una queja de esta naturaleza, pero responde a una realidad y no creemos sea muy costoso el proceder a la limpieza de aquel lugar, que será un día no lejano uno de los rincones más bonitos de San Sebastián, para que, por lo menos, desaparezca la parte inmunda que tanto la afea y la hace impracticable, perjudica al comercio y a cuantos tienen que transitar por la misma, perjudica a los centenares de niños que tratan de jugar allí».
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