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Lo resumió así Asordep el 11 de marzo de 1925 en su crónica diaria en 'La Voz de Guipúzcoa'...
«El Orfeón cantó anoche en ... la plaza de la Constitución, y el público soberano, que tantos deseos tenía de oírle y de aplaudirle, después de su excursión a Portugal, se cansó de aclamarlo con verdadero entusiasmo. El alcalde saludó en el salón de sesiones al director, señor Esnaola, y a los orfeonistas, felicitándoles por el éxito alcanzado en Lisboa y Oporto. Fue un día de fiesta para San Sebastián, que acudió en masa a aplaudir a su Orfeón, como era de esperar».
Creado en 1865, el Orfeón Donostiarra vivió durante la etapa en que tuvo a Secundino Esnaola como director (1902-1929) un tiempo de fortalecimiento y expansión. Desde la sede en el teatro Bellas Artes en que se instalaron en 1915, el Orfeón empezó a viajar por España y Francia.
Hace un siglo se asomaron a un tercer país, Portugal. Los ciudadanos donostiarras seguían con orgullo y entusiasmo los viajes de aquellos vecinos orfeonistas que llevaban el nombre de San Sebastián lejos de la Concha. En esta época era habitual que en el regreso de sus viajes hubiera gente esperándoles en la estación o se organizasen grandes o pequeños homenajes.
1925 Al regreso de su primer viaje a Portugal,
el Orféon Donostiarra actuó en la plaza de la Constitución. Allí, «el público soberano, que tantos deseos tenía de oírle y de aplaudirle, se cansó de aclamarlo con verdadero entusiasmo»
En marzo de 1925, tras sus actuaciones en Lisboa y Oporto, se montó una actuación en la plaza de la Constitución, bajo lo que aún era el Ayuntamiento de la ciudad. Tras la actuación como 'teloneros' de la Banda Municipal, «subió al tablado el Orfeón Donostiarra, en medio de una ovación colosal».
Según describieron en 'La Voz de Guipúzcoa' el 11-III-1925, «a esta hora, cuando ya habían salido las modistas de los talleres y los empleados de sus oficinas, la animación en la Plaza de la Constitución era imponente. El amplio cuadrilátero de la plaza estaba totalmente ocupado por personas de toda clase y condición, que acudían a deleitarse unos momentos con los cuadros del Orféon».
En la crónica del periódico indicaban el repertorio de aquel concierto popular: «Comenzó el Orfeón cantando el 'Himno a la raza vasca', del P. Donosti, canto bravo que fue interpretado por el Orfeón de modo magistral. Siguieron luego 'Gabon' (canto de Navidad), 'Doringlin-deon', 'Iruchito', que fueron coronados por los aplausos del público».
«Se desbordó el entusiasmo cuando la laureada masa coral donostiarra cantó el 'Gernikako', hasta el punto de que, ante las ovaciones inacabables del numerosísimo auditorio, se vio precisado el Orfeón a cantar la 'Jota' de Retana (...)».
En 'La Voz de Guipúzcoa' insistían en el «clamoroso éxito» de aquel concierto del Orféon de hace cien años, que concluyó con el alcalde Juan José Prado saludando a la coral y lanzando un «¡Viva el Orfeón!» «que fue contestado por todos los presentes».
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