«A mi marido le falta la segunda, pero yo con esta dosis ya estoy»

Carlos González pasó el Covid en diciembre. «Ya sé que no han pasado los seis meses, pero eso es para los que han estado graves», comentaba. Este errenteriarra de 75 años cuenta que «entre los anticuerpos que ya tengo y esta dosis, debo estar inmunizado de sobra». Cuenta que le convocaron unos días antes «pero se acabaron las dosis, y me llamaron de nuevo para hoy (por ayer)». En adelante «seguiré tranquilo, como hasta ahora, siempre voy a los mismos sitios con precaución».

Tiene 74 años recién cumplidos y esa celebración le ha servido como pasaporte a la Sala Reina para recibir su vacuna. «El viernes me llamaron para darme cita». Este vecino de Errenteria vive en Torrevieja, localidad desde la que se ha trasladado para que le inocularan su dosis de Janssen. «Me quedo tranquilo sabiendo que es solo una dosis y te olvidas. Y si algo va mal... pues de algo hay que morir», decía riéndose, «esperanzado por que la pandemia termine de una vez».

Josefa Soltero tiene 76 años y acudió ayer a la cita «con muchas ganas», aunque «cuando me llamaron y me dijeron que me ponían la de Janssen, me quedé un poco fría por lo que se ha oído de los trombos. Pero bueno, he venido sin miedo, porque tenerlo no sirve de nada», reflexionaba mientras cumplía los quince minutos de espera. Esta mujer reconoce que en adelante se sentirá «más tranquila» en su día a día. «Precaución seguiré teniendo, pero el miedo no adelanta nada», señalaba.

Marina Rosa Chamorro acudió ayer a su cita con su hija Virginia. «Estoy muy contenta. Tenía muchas ganas de que me vacunaran, y si además con una dosis ya funciona, mucho mejor. Te la ponen y listo», comentaba la mujer poco después de recibir el pinchazo. Considera que su vida no va a cambiar en exceso a partir de ahora, porque «vivía bastante tranquila». Su hija, en cambio, tiene otra perspectiva. «Saber que mi madre ya está vacunada da mucha más tranquilidad».

Justo Lázaro tiene 76 años y acudió ayer a la Sala Reina de Errenteria con su hijo tras recibir el jueves la llamada del ambulatorio. En el mostrador le facilitaron una hoja con los posibles efectos secundarios de la fórmula de Janssen que estaba a punto de recibir. «La verdad es que me da lo mismo que me pongan una que otra», reconocía el hombre. «No tenía prisa por vacunarme, pero ya que me llamaron... Aquí estoy», esperando el pinchazo, «que supongo será como el de la gripe».