Leintz Gatzaga pone en valor su valioso oro blanco

Desde primera hora de la mañana, las calles del casco antiguo comenzaron a llenarse de visitantes. En la plaza San Miguel, centro neurálgico de la jornada, se instaló la tradicional Feria de la Sal y productos locales.

Allí, productores artesanales ofrecieron quesos, panes, conservas, jabones y otros productos elaborados a partir de materias primas locales, destacando aquellos que incorporan la sal de las antiguas salinas del municipio.

El aroma del pan recién horneado y los quesos curados se mezclaba con la brisa fresca de la montaña, mientras los curiosos descubrían jabones artesanales elaborados con la sal de las propias salinas locales.

El programa incluyó actividades para todos los públicos: talleres de elaboración de jabones de sal, juegos populares con madera y para los amantes de la naturaleza, una salida guiada al nacimiento del río Deba ofreció la oportunidad de disfrutar del paisaje que rodea el pueblo y comprender la relación entre el entorno natural y la producción de sal en tiempos pasados. La jornada culminó con actuaciones musicales y espectáculos de danza, cerrando así una celebración que combinó tradición, cultura y naturaleza.

Además se ofrecieron visitas al Museo de la Sal, una parada obligatoria para quienes querían conocer de cerca la evolución de la actividad salinera en la zona. El Gatz Eguna de 2025 no solo fue una fiesta, sino un acto de memoria y orgullo por un pasado que sigue vivo en cada rincón.