El tesoro subterráneo de Gipuzkoa: el espectacular río de leche lunar más largo del mundo

Después de adentrarse en la profundidad del macizo de Hernio, en Alzola, entre la negrura de la sima de carbón uno puede empezar a intuir que está a punto de toparse con uno de los fenómenos más únicos del mundo: un espectacular río de leche lunar, concretamente el más largo del mundo, escondido en un rincón de Gipuzkoa y conocido en términos científicos como 'Mondmilch'.

Descubierto hace más de dos décadas por un grupo de espeleólogos guipuzcoanos, el río de 'leche de luna' más largo del mundo permanece con esa llamativa sustancia, blanca y viscosa, que tanto le caracteriza. Las personas que han podido explorar la cueva relatan que su caudal de más de 150 metros se asemeja a una cuajada, y que una vez en las manos suelta un líquido blancuzco similar al de la superficie lunar, lo que le da su curioso nombre.

En realidad la leche de luna es un componente que se puede encontrar en multitud de cuevas, pero lo que hace especial a la de Gipuzkoa es, además de tener récord en longitud, el estado acuoso en el que se encuentra esta balsa blanca. Tal y como concluyeron los especialistas Carlos Galán y Eric Leroy en el hallazgo hace más de 20 años, documentado por Aranzadi, el río con este peculiar color se forma a partir de cristales de gibsita muy pequeños que, unidos al afluyente del Hernio, crean ese estado líquido blanquecino único en el mundo.

Los expertos no obstante advierten que proteger esta maravilla de la naturaleza supone una responsabilidad para todos: «No solo es cuidar lo de dentro de la cueva, el problema es que no cuidamos lo de arriba, la contaminación, la deforestación...», comenta Ikali Alonso, uno de los espeleólogos. Por lo tanto, solo hace falta tomar en cuenta esta recomendación para continuar disfrutando de esta joya acuática única en el planeta.

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