La muerte del joven ahogado en la piscina pudo deberse a una crisis epiléptica

La muerte del joven de 25 años ahogado el pasado viernes en las piscinas de Etxadi en Donostia pudo deberse a una crisis epiléptica, según fuentes de su entorno. La víctima, Jon Erguin, de 25 años, había sido diagnosticada de esta dolencia hacía pocos meses y ya había sufrido un percance en la misma instalación. Frente a la versión de los servicios de emergencia de que estaba practicando apnea y de que había sido advertido por el socorrista, la causa de la muerte apunta a un accidente, ocasionado por un ataque epiléptico que le hizo perder la consciencia y finalmente ahogarse en el agua.

La noticia de la muerte del joven ha conmocionado a familiares y amigos. Tenía 25 años y era el mediano de tres hermanos, Alex e Iker. Estudió en Santo Tomás Lizeoa de Donostia y continuó su formación de la carrera de Medicina en Madrid. Actualmente se estaba sacando el MIR. Aficionado al deporte, jugó durante años como portero en el Añorga, donde militan actualmente sus dos hermanos en División Honor Regional.

En el entorno del club se encuentran abatidos por su pérdida y se suceden los mensajes de condolencia para la familia. «Estamos conmocionados; yo no coincidí con Jon pero sí con sus hermanos», contaba ayer con pesar el director deportivo del Club, Txema Serna. También se mostraba dolido Unai Martínez, exentrenador del Añorga, al hablar del triste suceso, que aunque «no le entrené sí que coincidimos esos años en el club. Sigo a sus hermanos porque están en activo y la noticia ha sido un choque», expresaba. Amigos y familiares despedirán al joven donostiarra este lunes, en el funeral que se celebrará en la parroquia de Aiete de San Sebastián a las seis de la tarde.

El fatal suceso tuvo lugar el pasado viernes, cuando el joven se encontraba nadando en la piscina del polideportivo Etxadi, en el barrio donostiarra de Aiete. Según relataba una trabajadora del polideportivo, del que era usuario habitual el fallecido, los sanitarios que le atendieron estuvieron intentando reanimarle sin éxito «durante casi una hora». Mientras tanto, continúa abierta la investigación de la Ertzaintza para aclarar lo sucedido. Todo apunta a que la causa de la muerte fue debido a una crisis epiléptica.

Esta enfermedad le fue diagnosticada hacía pocos meses. Según cuenta su entorno, los médicos le limitaron la práctica del deporte y la restringieron a espacios vigilados o acompañado de otra persona, de ahí que acudiera a nadar a la piscina de Etxadi, donde lo conocían.