La incertidumbre sobre el fin del estado de alarma frena la demanda de viajes y alojamientos en Gipuzkoa
Las incógnitas sobre la situación epidemiológica y las restricciones sanitarias mantienen en barbecho los planes de escapadas y la reserva de habitaciones a partir del 9 de mayo
Los guipuzcoanos tenemos ganas de viajar, pero de momento nos limitamos a hacer planes sin concretarlos con una reserva, dado que estamos cerrados perimetralmente ... y las perspectivas sobre cuándo se abrirá la veda de la movilidad no están nada claras. El sector del turismo sobrevive en la incertidumbre con el verano ya en el horizonte. Nadie duda de que llegará el momento de ponerse en marcha y dar fin al cuentagotas de reservas y cancelaciones al que les ha sumido la pandemia, pero la situación hoy es incluso peor que hace doce meses. Hay quienes constatan «entre un 6-7% menos de reservas que hace un año por estas fechas. Y entonces estábamos confinados». Lo achacan a que «entonces pensábamos que en verano habría acabado la pandemia, y ahora no sabemos qué va a pasar a partir del 9 de mayo, ni si se va a poder entrar y salir de Euskadi este verano». Y ante esta realidad, pocas personas se están aventurando a reservar sus vacaciones. «La gente ha empezado a mirar posibles destinos, casi todo en España, pero aún no se atreve a reservar nada», coinciden desde varias agencias.
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El dato
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6-7% menos de reservas de habitaciones que hace un año presentan varios hoteles de Gipuzkoa con miras al próximo verano. El dato, negativo de por sí, es más preocupante al ser comparado a un ejercicio 2020 que fue flojo por la pandemia.
Sin embargo, los planes de vacunación les (nos) abren un horizonte de esperanza entre tanta incógnita. El deseo de viajar más allá del municipio colindante está latente en gran parte de la sociedad. «El día que se pueda viajar, la gente va a salir en masa», coinciden en el gremio turístico. Más de uno lo describe como un «efecto champán», cuando se descorche el turismo y se disparen las burbujas de reservas. «Pero antes falta vacunar y vacunar», suspiran.
«La esperanza es saber si el 9 de mayo recuperaremos la movilidad, pero habría que vacunar y hacer de Euskadi un destino seguro»
Elena Estomba | Presidenta Hoteles de Gipuzkoa
Con este convencimiento, el tic-tac de la cuenta atrás resuena cada vez con más fuerza en el interior de quienes confían en volver a vivir de su actividad y no depender de los ERTE y ayudas varias, muchas aún sin cobrar. «Nadie sabe cuándo puede llegar ese día. Todo depende de la gestión de la pandemia», afirma Idoia Ezkurdia, gerente de Nekatur, la asociación de alojamientos rurales en Euskadi. «Pero la realidad de una comunidad autónoma a otra no tiene nada que ver», objeta Elena Estomba, presidenta de Hoteles de Gipuzkoa, porque «si no mejoran las cifras en Euskadi, ni podremos salir ni podrá venir nadie». «El escenario podría mejorar si no hay más incidentes con la vacunación, pero con los datos que tenemos hoy estamos pensando en poder trabajar agosto y poco más», apunta Asier Pereda, presidente de Aparture, agrupación de viviendas turísticas vascas. «Si es verdad que el 60% de la población estará vacunada para el 1 de julio, podríamos abrir en junio...», indica Alberto Aguas, vocal del área en Hostelería Gipuzkoa. «Hasta julio, no tenemos actividad en el calendario», remata Juan del Hoy, vicepresidente de Atrae, la asociación de agencias de viajes receptoras de Euskadi. «Yo soy optimista», tercia Jon Zulaika, y eso que el director del hotel Arrizul, en Donostia, no aspira más que a «trabajar como el verano pasado, que fue con turistas españoles. Si llegara algún inglés y francés, ni tan mal; pero ahora mismo está difícil».
«Tenemos una previsión de ocupación similar a la del verano 2020, que fue el 50% de 2019; pero ahora mismo el dato es mínimo»
Alberto Aguas | Vocal de Hostelería Gipuzkoa
«Es vital abrir para no cerrar»
«Lo más importante -añade Zulaika, que junto a su hermano dirige los dos Arrizul de Donostia, aunque solo tienen abierto el pequeño- sería que cuando arranquemos, lo hagamos ya de manera definitiva. Es la única manera de que poco a poco le vayamos dando la vuelta. El sector está muy tocado, y abrir para volver a cerrar supondría una ruina».
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«Los dos próximos meses son claves para conocer nuestro futuro en verano; la gente está esperando a saber qué se podrá hacer»
Idoia Ezkurdia | Gerente de Nekatur
Hay que recordar que, como otros ámbitos, el turismo viene de un 2020 nefasto, dado que la actividad en Euskadi cayó un 61,1% al registrar un total de 1.238.100 entradas, lo que supone una pérdida de 1.946.804 personas respecto a 2019, el último ejercicio prepandémico. Y las agencias de viaje «comenzamos la pandemia con menos cero, porque gran parte de los viajes de primavera los tramitamos en octubre y noviembre de 2019, y al cancelarse tuvimos que devolver los depósitos recibidos», coinciden Enrique Varela (Malay) y Elena Agirre (Colón), dos de los impulsores de la Asociación de Agencias de Viaje de Gipuzkoa, que se constituirá el lunes tras años en el olvido.
La movilidad ha sido una de las libertades que se han visto más cercenadas por las restricciones sanitarias, lo que el año pasado repercutió sobre todo en la menor llegada de visitantes extranjeros, que apenas fueron 361.904 frente a los 1.346.940 de 2019. Y no hay datos fundados como para pensar en un cambio radical en los próximos dos meses.
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«La clientela ha empezado a mirar posibles destinos, casi todo en España, pero aún no se atreve a reservar nada por la incertidumbre»
Enrique Varona y Elena Agirre | Asoc. Agencias de Viaje Gipuzkoa
Por tanto, el punto de partida es dramático. Con la incidencia acumulada en los últimos 14 días por encima de los 500 positivos por 100.000 habitantes en Euskadi -y aún más en Gipuzkoa, donde es superior a 700 casos, el peor dato del Estado-, tanto la comunidad autónoma como el territorio guipuzcoano se encuentran cerrados perimetralmente. El pasado fin de semana, por ejemplo, el índice de ocupación en los alojamientos rurales vascos, que en Semana Santa fueron los establecimientos que registraron las mejores cifras, no llegó al 15%. «Hay que tener en cuenta que no se puede ir a municipios en rojo y que no podemos recibir visitas», recuerda Idoia Ezkurdia, por lo que «si no hay movimiento es porque no hay opción de que lo haya». Y si los turistas no pueden venir, nosotros tampoco podemos salir, aunque esta realidad tenga su vacío legal en el caso del turismo, porque «los vascos no estamos viajando aunque, en realidad, se pueda ir a Costa Rica o Maldivas», como puntualiza Juan del Hoyo y convienen casi todos.
Como vicepresidente de Atrae, Del Hoyo señala que «las agencias receptivas -las que reciben solicitudes de vacaciones en Euskadi- están cerradas y con los trabajadores en ERTE, porque trabajamos con clientes extranjeros y esos no vienen. Y las emisoras, lo poco que se trabaja es con viajes de empresas», que han disminuido, muchos sustituidos por videoconferencias que «han venido para quedarse».
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«Con los datos de hoy, solo pensamos en trabajar en agosto; pero si el ritmo de vacunación es adecuado, el escenario puede mejorar»
Asier Pereda | Presidente de Aparture
«La luz al final del túnel»
La semana pasada, la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, afirmó que el fin del estado de alarma era una «buena noticia» porque significaba «ver la luz al final del túnel», e incluso animó a ir «organizando los viajes a destinos vacacionales o segundas residencias». Sin embargo, la vicelehendakari segunda, Idoia Mendia, deslizó ayer la opción de que se pudiera mantener en algunas autonomías. Y en este caso Euskadi no se libraría dada su preocupante realidad de la pandemia.
«Las agencias receptivas están cerradas por falta de actividad; y las emisoras lo poco que trabajan es con viajes de empresas»
Juan del Hoyo | Vicepresidente de Atrae
De hecho, la situación epidemiológica vasca solivianta al sector turístico. «Compañeros de otras comunidades te preguntan qué está pasando, porque ven en los informativos que Gipuzkoa está como está. Y no creo que hayamos hecho nada que no haya hecho el resto. El problema no es la hostelería, sino el ritmo tan lento de vacunación. Israel o Reino Unido han demostrado que con las vacunas bajan los contagios», apunta Elena Agirre. De la misma opinión son otros agentes de viajes. Más allá de que entre en funcionamiento el pasaporte covid, «haría falta avanzar mucho en la vacunación», opina Estomba, «y demostrar que Euskadi es un destino seguro. Si la gente se va a poder mover, elegirá destinos seguros. Y ahora no lo somos porque estamos mucho peor que otras comunidades».
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