Sin duda, todos mis lectores, al leer Pamplonetario, pensarán en el Planetario de Pamplona. «Pamplonetario» resume en una sola palabra los conceptos de Pamplona y ... Planetario. Para mí, su incendió me duele en lo más profundo de mi alma. Varios años antes de que me nombraran director del museo de la ciencia de San Sebastián, con los nombres de KutxaEspacio o, después, de Eureka, colaboré, muy humildemente, en el nacimiento del planetario de Pamplona. Era fantástico que la ciudad de Pamplona apostase por la educación en astronomía y en ciencia, pues en el Planetario no solo había astronomía, había ciencia. Muy bien explicada, por esos genios que son Javier Armentia (hoy alejado del planetario), Fernando Jáuregui, y la infatigable, y mexicana, Nieves Gordon.
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Nunca había visto un equipo tan unido y tan productivo. Eran geniales. Yo intenté imitarlos en KutxaEspacio (discúlpenme por usar un nombre hoy en desuso, hoy es Eureka). Casi llegué su nivel. Pero solo «casi». El equipo Armentia-Jauregui-Gordon eran imbatibles. Eran geniales. Yo intenté imitarlos con el equipo Ares-Stengler-Rosales-Hernández.
No sé, y tal vez no quiera saberlo, las razones por las que el gran genio que es Javier Armentia ha dejado el Planetario. La vida es dura. Espero que Armentia pueda defenderse en el mundo cruel ajeno a la realidad científica. Espero, ilusionado, que el Pamplonetario pueda volver a funcionar, su labor es necesaria.
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