La importancia de los detalles en la investigación de crímenes

Un pequeño detalle puede ser crucial para resolver un crimen. Así lo confirma la experiencia de las investigaciones criminales llevadas a cabo en Gipuzkoa en los últimos años. Jon Udakiola, el jefe del Servicio de Investigación Territorial de la Ertzaintza en Gipuzkoa (SICTG), dio cuenta ayer de algunos de ellos, como el que permitió resolver el asesinato de Amaia Azkue. «Fue una investigación muy laboriosa, y el detalle estuvo en determinar de qué modelo de zapatilla era el cordón con el que se ató a la víctima. Eso nos permitió ir puerta con puerta queriendo ver las zapatillas de varias personas hasta que llegamos a casa de los padres del asesino», relató.

En 2009, en el crimen en el que un hombre apareció muerto en una sima en Azkoitia, fue una frase en una conversación entre dos de los asesinos la que les delató. En 2010 apareció en unas marismas de Orio el cadáver de un ciudadano francés. «Fue una investigación de muchos años, casi tres. Teníamos al sospechoso enfilado, y conseguimos inculparle por las imágenes de una gasolinera de Aginaga, en la que se vio pasar su furgoneta, que tenía dos sistemas de aireación que la hacían única e inigualable».

Un caso más reciente fue el del asesinato a puñaladas de un hombre en la plaza Cataluña de Donostia en 2020. En ese caso, el investigador explica que fue «la forma de bailar» del asesino la cual le delató. «Entró en el bar donde estaba la víctima vestido de forma diferente, pero bailaba de la misma manera y eso nos permitió dar con él».

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