El templo de la computación cuántica
System One ·
El Diario Vasco visita el Rensselaer Polytechnic Institute (RPI), en Nueva York, el primer centro universitario que alberga un ordenador cuántico en una antigua iglesia góticaEn el Rensselaer Polytechnic Institute (RPI), una de las universidades tecnológicas más antiguas de Estados Unidos, la llegada de un ordenador cuántico IBM Quantum System ... One ha marcado un antes y un después. En un edificio centenario reconvertido, este sistema no solo redefine los límites de la ciencia, sino también transforma la forma en que una institución se proyecta al futuro. Una experiencia que San Sebastián podrá replicar a finales de 2025 con su propio sistema IBM Quantum System Two.
En el corazón del campus de RPI, en la localidad neoyorquina de Troy, se alza el Voorhees Computing Center, un antiguo templo gótico que ahora guarda una joya tecnológica: un ordenador cuántico de IBM, instalado en abril de 2024. Su corazón, un chip que opera a -273 ºC –una temperatura más fría que el espacio exterior–, abre las puertas a una nueva era para la computación y la investigación académica. ElDiario Vasco se ha desplazado hasta esta localidad para conocer de primera mano el funcionamiento de esta máquina en la expedición organizada por Ikerbasque.
Jeff Miner, director del proyecto de la instalación del System One en el RPI, sostiene que «personalmente, me encanta el contraste entre nuestro ordenador cuántico y las vidrieras que lo rodean. Las vidrieras de esta iglesia centenaria que vemos aquí representan a los cuatro santos originales –o doctores, si se quiere– de la Iglesia Católica Occidental. Fueron pensadores y teólogos muy adelantados a su tiempo. Y nos gusta pensar que ahora nosotros estamos contemplando la próxima etapa de la computación... bajo su mirada».
Este sistema, ensamblado pieza a pieza en el edificio y apoyado por una infraestructura de hormigón y sensores de vibración, no es solo una demostración de ingeniería, es un cambio de paradigma. En el RPI, más de 400 estudiantes forman parte del Quantum Computing Club, con acceso real al ordenador desde el primer año de carrera. El 15% de las nuevas matriculas tienen que ver con el uso y 'disfrute' de esta máquina cuántica. Los estudiantes escriben código, colaboran con IBM, y hasta han contribuido a librerías oficiales como Qiskit, que se trata de un software de código abierto para la programación y el desarrollo de computación cuántica. Además, permite a los usuarios crear circuitos cuánticos, utilizar funciones predefinidas, transpilarlos y ejecutar programas en simuladores y hardware cuántico. Qiskit se considera una de las herramientas más populares para la computación cuántica y facilita el desarrollo de algoritmos y aplicaciones cuánticas.
-kKQD--650x455@Diario%20Vasco.jpg)
«Ha sido un proyecto muy emocionante para nosotros. Somos la única institución en el mundo que cuenta con una capacidad de computación cuántica instalada en el propio campus. Una de las cosas más emocionantes ha sido ver cómo han reaccionado nuestros estudiantes ante esta máquina. Los nuevos alumnos que llegan están muy interesados.Esta es, sin duda, la parte más destacada de la visita guiada por el campus», afirma Miner.
Este nivel de acceso anticipa el futuro de la formación: la computación cuántica no como asignatura aislada, sino como cultura transversal. RPI ya está introduciendo la 'conciencia cuántica' en carreras tan dispares como arquitectura, humanidades o ciencias sociales. La visión es clara: formar no solo expertos, sino profesionales de cualquier ámbito que comprendan el potencial cuántico en sus disciplinas.
400 miembros
El impacto no se queda en la educación. En investigación, los avances son vertiginosos. En apenas un año, se han desarrollado simulaciones cuánticas en química, algoritmos financieros e integraciones con superordenadores clásicos. Se está trabajando en híbridos CPU-GPU-qubit, con RPI como banco de pruebas de IBM para el desarrollo de flujos de trabajo mixtos. Todo esto sin cobrar un solo euro por el uso del sistema a sus estudiantes, fomentando una cultura de exploración, error y descubrimiento. «Tenemos un club de computación cuántica formado por estudiantes de grado: 400 miembros –y sigue creciendo– que participan voluntariamente para aprender sobre esta tecnología», afirma Miner.
«Mucha gente nos pregunta: '¿Qué puede hacer realmente la computación cuántica?' Y la verdad es que estamos empezando a descubrirlo. Estamos en las primeras etapas de todo esto».
Este impulso tiene un nombre: oportunidad. Y esa oportunidad está a punto de aterrizar en Europa. San Sebastián acogerá a finales de este mismo año un IBM Quantum System Two, con capacidades superiores al de Troy. La experiencia de RPI muestra el camino: integración institucional, colaboración con la industria, formación temprana y una visión educativa abierta a lo interdisciplinar.
El reto será similar. Adaptar infraestructuras, garantizar seguridad, formar docentes, y atraer a estudiantes motivados. La capital guipuzcoana tiene el potencial de convertirse en nodo europeo de la computación cuántica, una especie de 'Quantum Valley' a la vasca, atrayendo talento, startups y proyectos punteros.
Lo que está ocurriendo en el RPI no es un experimento aislado. Es una señal clara de hacia dónde se dirige la educación superior y la investigación aplicada. En la capital guipuzcoana, esa revolución está a la vuelta de la esquina. Y si algo demuestra la experiencia americana, es que un chip a -273 grados puede encender muchas vocaciones.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.