«Violentísimo incendio»

En el encabezamiento de la información, mediante varios y largos subtítulos, se resumían los datos fundamentales…

Sin embargo, el texto de la noticia se escribía fragmentariamente y no comenzaba con los aspectos más destacados sino siguiendo un orden cronológico, con el momento en que se habían enterado del incendio en el periódico…

«Sobre las seis y media de la tarde llegaron a nuestra Redacción las primeras noticias de un gran incendio en el puerto de Pasajes. Bien pronto la mala nueva tuvo su confirmación y tuvimos que trasladarnos al vecino puerto a comprobar y obtener la información debida. En efecto, sobre la terraza de un almacén del puerto ardían montones de fardos levantando grandes columnas de humo, en dirección Norte, hacia la carretera general de San Sebastián a Irún (…)».

Según informaban en 1950, «el fuego se inició en la parte delantera del almacén número uno de la Junta de Obras del Puerto de Pasajes; es decir, en la parte donde se verifica la carga y descarga de barcos».

Las llamas se extendieron rápidamente, al prender «un inmenso montón de fardos de esparto y pasta de papel, materia combustible que, favorecida por un ligero viento reinante, ardió con fuerza a lo largo y ancho del almacén».

La extinción de incendios no estaba tan profesionalizada como en la actualidad, e inicialmente intentaron contener el fuego los bomberos del puerto y del municipio de Pasaia, con la ayuda de marineros de barcos, estibadores y empleados municipales.

«A las ocho menos veinte de la tarde se personó el servicio de incendios de San Sebastián», que consiguió aislar y salvar una pequeña parte de los fardos. «El resto, casi la totalidad, se convirtió en un horno destinado irremisiblemente a cenizas». El esfuerzo se concentró en que las llamas no se extendieran a otros pabellones ni a un barco atracado cerca del almacén, que fue trasladado.

«Después de más de seis horas de infatigable tarea lograron reducir el fuego». En DV destacaban «el comportamiento, francamente heroico, de cuantos intervinieron en la extinción del incendio».

Este destruyó 300 toneladas de esparto y más de 500 de pasta de papel, con pérdidas calculadas en más de tres millones de pesetas. Se trataba de material importado por las papeleras guipuzcoanas.

¿Y qué provocó aquel desastre? Leamos aquel DV del 16-VII-1950…

«Según informes que hemos podido recoger y que nos merecen entero crédito, la causa del incendio parece ser un cohete que fue a caer en la terraza del almacén. Había sido, según parece, disparado desde Trincherpe, que se encuentra celebrando las fiestas del Carmen». Si es que los cohetes los carga el diablo…