«Me gustaría trabajar y ser profesora de niños pequeños»

Cada mañana, de lunes a viernes, acude al aula de aprendizaje de tareas del instituto Antigua-Luberri de Donostia y por las tardes combina diferentes extraescolares. Un día por semana hace 'euskal dantza' en el grupo de danza de su pueblo, Zizurkil. Otro, va a su sesión con la logopeda. También hace clases particulares donde le ayudan con los deberes y los jueves aprende a tocar el pandero, sin olvidarse de las sesiones de baile moderno de la asociación para personas con discapacidad intelectual Atzegi en las que participa los domingos. Es el día a día de Leire Alias, una joven de 18 años con síndrome de Down que está terminando sus estudios en el instituto y a la que le gustaría «trabajar y ser profesora de niños pequeños. Como de unos dos años».

Aunque a Leire le cuesta hablar del futuro –es un tema sobre el que de momento no ha reflexionado mucho–, tiene claro que llegado el momento le gustaríapoder seguir formándose y, por qué no, encontrar un empleo que le guste. A poder ser, relacionado con los niños porque le «encantan», dice con una sonrisa. Con motivo del Día Mundial del síndrome de Down, que es hoy, tanto ella como su madre Irene Zapirain reivindican que este colectivo «tenga más opciones de formación. Hay que repensar el modelo de educación y permitirles que una vez terminado el instituto puedan seguir estudiando y especializándose en aquello que les gusta. La sociedad apuesta cada vez más por una generación de jóvenes que estén bien formados, pero las personas con síndrome de Down quedan excluidas», insiste su madre.

Cuando Leire cumpla los 20 años, edad hasta la que puede estudiar en las aulas de aprendizaje de tareas, «se quedará colgada», dice Irene, mientras intercambia una mirada cómplice con ella. «Y eso no puede ser así. Es responsabilidad de las instituciones públicas garantizarle este derecho porque aunque en los últimos años se haya avanzado, todavía queda mucho por hacer y en la actualidad las opciones que existen van de la mano de las organizaciones del tercer sector, cuando esto debería ser competencia de Educación».

Hasta que llegue el momento, Leire se centra en sus clases de Matemáticas, Ciencias y Lengua, entre otras. Esta última es «la que menos» le gusta, a diferencia de la asignatura denominada «Excursión», que es su «preferida. Vamos a conocer diferentes lugares. La última vez visitamos Musikene, también hemos estado en el Kursaal y conociendo las instalaciones de DBus», explica Leire. En esas escapadas trabajan, entre otras cosas, la autonomía y la transición para una vida adulta, al igual que en las clases de Cocina que recibe cada semana en el centro educativo del Antiguo.

A fin de cuentas, las personas con síndrome de Down «son una más en la sociedad», insiste su ama Irene, que asegura que Leire les ha «enseñado a entender la vida en presente». Por eso, su familia le «ayudará en todo lo que ella quiera, tanto en los estudios como en su vida personal». Por ejemplo, aunque hasta hace poco Leire no se veía independizada, ayer le dijo a su madre que en unos años le gustaría irse «a vivir con las amigas». Y ahí estarán sus padres para ayudarle en el proceso, así como su hermana Ane, de 20 años, con quien le encanta «ir al cine».

Tanto ella como su familia lo tienen claro. «Leire tiene los mismos derechos que el resto de personas». Y como a cualquier persona que acaba de cumplir la mayoría de dad le encanta la música, así como estar tiempo con sus amigos. Es «un culo inquieto» y en cuanto puede convence a sus padres para escaparse al camping de Tarragona donde se mueve «de forma independiente y en bici» con su «cuadrilla de allí», como una más.

Entre las aficiones de Leire destacan dos por encima del resto: «Bailar y cantar». Aunque también le encanta comer y no duda al elegir sus platos preferidos, «costilla con patatas y kokotxas, tengo el morro fino», bromea. Es una mujer de ideas claras y por eso no quiere que nadie le pare a la hora de formarse y desarrollar su futuro profesional. «Porque la sociedad tiene que creerse que podemos participar en el mercado laboral para que se esto se haga realidad».

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