«Hay un grupo muy reincidente y que están desmadrados»
Asegura que la Guardia Municipal está «encima» de ellos, pero lamenta que su «eficacia» se vea limitada por unas leyes que «deberían tener castigos más severos»
El concejal de Seguridad Ciudadana de San Sebastián, Martín Ibabe, asegura que están «al corriente y encima» de la oleada de robos que se ... está produciendo en comercios de la ciudad en los últimos meses, la cual atribuye a un grupo de delincuentes multirreincidente. Aún así, insiste en que Donostia es una ciudad «segura».
– ¿Quiénes son los responsables de los robos en comercios de Donostia?
– Se trata de un grupo de 6-8 personas muy, muy y repito muy reincidentes, que están absolutamente desmadrados. Policialmente les estamos deteniendo, estamos encima de ellos, pero tristemente ese trabajo, por mucha eficacia que tenga a la hora de detenerlos, se ve limitado por unas leyes que deberían tener un castigo más severo con este tipo de reincidencias.
– ¿Qué quiere decir con que están desmadrados?
– Pues a que alguno de ellos ha sido detenido hasta en diez ocasiones en los últimos meses. Hay varios con cinco detenciones para arriba. Un ejemplo es que se detuvo a una persona que había cometido dos robos en comercios de dos barrios diferentes y que para perpetrarlos había utilizado un coche también robado. De ese nivel hablamos.
«Actúan a la luz del día y a la cara. Alguno de ellos ha sido detenido hasta en diez ocasiones en los últimos meses»
– Los comerciantes aseguran que en algunos casos se producen situaciones peligrosas o de tensión. ¿Cómo actúan?
– A la luz del día y a la cara y, muchas veces, bajo los efectos de algunas sustancias. No son robos al descuido, están sin freno. Y no son solo personas extranjeras, también hay autóctonos.
– Lo ha mencionado usted y también lo hacen los comerciantes, la impunidad con la que operan. ¿Cómo solucionarlo?
– Es difícil. La policía les detiene una y otra vez, pero efectivamente saben cuánto tienen que robar para no tener responsabilidad penal. Y eso nos crea mucha impotencia, comparto el amargor de todos estos trabajadores. Este juego del gato y el ratón genera una alarma innecesaria en el sector y nos provoca frustración y tensión a todos. En la parte policial asumo toda la responsabilidad y estamos detrás de ellos, es lo que toca. Pero insisto en que las leyes están como están y eso resta eficacia a lo que estamos haciendo. Aún así quiero transmitir tranquilidad y que sepan que vamos a seguir deteniéndoles.
– Son muchas las voces que afirman que Donostia es una ciudad más insegura que antes. ¿Qué tiene que decir?
«La policía les detiene una y otra vez, pero ese juego del gato y el ratón genera una alarma innecesaria»
– Donostia es una ciudad segura y quiero dejar claro que delinquir tiene que salir caro y sale caro. La delincuencia en general ha aumentado en todas partes pero, de las tres capitales vascas, Donostia es la que tiene mejores datos y es de las ciudades más seguras del Estado. Estamos muy alejados en delitos graves como pueden ser los homicidios, y aún así hemos tenido casos como el de Nochebuena, porque no estamos libres de ello, pero no estamos en la situación que se sufre en muchas ciudades españolas. Pero esos datos como responsable no me valen de nada, porque nuestra obligación es estar permanentemente reduciendo la actividad delictiva en la ciudad, es para lo que nos pagan.
– ¿Qué medidas están tomando contra la delincuencia?
– Hemos aprobado la ampliación de la plantilla de la Guardia Municipal y vamos a instalar una red de videovigilancia más potente y moderna que permite identificaciones más prácticas en diferentes puntos de la ciudad. La seguridad es inherente a que la calidad de vida de la sociedad sea buena. Vamos a detener y vamos a poner a los delincuentes a disposición judicial. Porque esta tipología delictiva que son los robos, si bien no es tan alarmante como otras, a nosotros nos hace daño. Porque somos una ciudad de servicios, abierta al turismo y que ofrece una calidad de vida y no puede ser que un tipo al que se le detiene diez veces tengamos que estar esperándole en la calle porque sabemos que lo va a volver a hacer.
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