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IRAITZ VÁZQUEZ
SAN SEBASTIÁN.
Martes, 3 de octubre 2017, 06:38
El viejo anhelo de los transportistas de contar con un centro integral del transporte en Gipuzkoa cada vez está un poco más cerca de convertirse en realidad. La Diputación ha dado un paso más para que este proyecto que permanecía escondido en algún cajón vea por fin la luz. El departamento foral de Infraestructuras Viarias ha encargado un estudio de viabilidad para que la infraestructura pueda construirse en el Segundo Cinturón, a la altura de Astigarraga, en la AP-8.
La Diputación adjudicó el pasado 19 de septiembre este estudio de viabilidad a la empresa Ingartek Consulting S.L. por un importe que asciende a los 34.600 euros, más 7.266 euros en concepto de IVA. Se trata de «la oferta económicamente más ventajosa conforme a lo establecido en los Pliegos de Cláusulas», sentencia el Boletín Oficial de Gipuzkoa (BOG).
755 aparcamientos para camiones era el plan inicial que preveía el PNV para el centro integral del transporte y que EH Bildu dejó en 350.
25 millones es la cantidad que Bidegi no consiguió financiar. Antes de la finalización de la legislatura EH Bildu renunció al proyecto.
El departamento que dirige la jeltzale Aintzane Oiarbide ha tomado la determinación de retomar la construcción del centro integral del transporte, tras el respiro que le dan a las arcas de Bidegi las nuevas condiciones del crédito que firmaron el pasado mes de julio con los ocho bancos a los que la entidad pública adeuda dinero: un total de 357 millones de euros. Así, desde la Diputación calcularon que contarán con 50 millones de euros para emplear en proyectos concretos. Unos 35 millones servirán para costear el tramo que queda por construir en la variante de Deskarga. La cantidad restante se utilizará para retomar el proyecto que los transportistas que circulan por el territorio califican de vital.
PNV Con 750 plazas de aparcamiento iba a ser el mayor parking de vehículos de Gipuzkoa. Además, preveía un hotel, restaurante y todo tipo de servicios relacionados con la actividad del transporte.
EH Bildu Anunció la licitación de trabajos de un nuevo proyecto por valor de 9,5 millones de euros, con un aparcamiento para 350 camiones. Bidegi firmó en junio de 2015, antes del cambio de legislatura, la renuncia a la contratación.
El objetivo de la Diputación será la construcción de una infraestructura que mejore los servicios, el descanso y la seguridad que reciben hasta ahora los transportistas que circulan por el territorio. Además, de alguna manera, Gipuzkoa sacará rendimiento a su situación privilegiada como paso entre la península y Europa. Cada día 10.000 vehículos transitan por el territorio pero pocos se detienen a tomar un café o descansar.
Aunque Oiarbide no quiso adelantar plazos ni fechas, sí se comprometió a dejar el proyecto encaminado para 2019. Aún no se han detallado aspectos de la infraestructura, pero sí confirmó que la idea es construir el conjunto de las instalaciones a la altura de Astigarraga, junto al Segundo Cinturón, ubicación que ya fue barajada en anteriores legislaturas.
El departamento de Infraestructuras Viarias ha retomado el proyecto del centro integral de transporte pocos meses antes de poner en marcha en peaje de la N-1. Entrará en funcionamiento a comienzos de año. Una decisión que no ha sentado nada bien a los transportistas. Eso sí, la Asociación Empresarial Guipuzcoana de Transporte de Mercancías (Guitrans), como el sindicato Hiru, en más de una ocasión se han mostrado favorables a su construcción por el servicio que pueda ofrecer a los transportistas.
El centro integral del transporte ha contado con el visto bueno de los últimos gobiernos forales pero su elevado coste ha provocado que no se haya podido materializar. En la legislatura 2007-2001, con Markel Olano como diputado general, se diseñó un proyecto ambicioso. El Consejo de Administración de Bidegi adjudicó la redacción del proyecto de construcción a LKS y su plan contemplaba un aparcamiento para 755 vehículos pesados. La Ciudad del Transporte -así se bautizó la infraestructura- se localizó en los linderos del Segundo Cinturón, entre el falso túnel de Viveros y el de Perurena. Permitía habilitar 250 plazas para camiones junto a la calzada en dirección Zarautz y 505 en sentido Irun. El mayor parking de vehículos pesados de Gipuzkoa. El equipamiento además preveía un hotel, restaurante y todo tipo de servicios relacionados con la actividad del transporte.
Pero el proyecto entró en barrena, según EH Bildu, por las dificultades financieras por las que atravesaba Bidegi. La sociedad foral no logró el apoyo financiero de los bancos para llevar adelante la infraestructura. El Ejecutivo de Martin Garitano atribuyó el plan del Gobierno anterior a un coste de 25 millones de euros que «Bidegi no consiguió financiar» y finalmente anunció la licitación de trabajos de un nuevo proyecto por valor de 9,5 millones de euros, con un aparcamiento para 350 camiones. Sin que transcendieran ofertas y planes concretos para desarrollar el proyecto, la propia sociedad foral firmó en junio de 2015, antes del cambio de legislatura, la renuncia a la contratación.
La decisión tomada por lo EH Bildu provocó las críticas de Guitrans que pidió la implicación de las instituciones en la construcción de la infraestructura en un punto estratégico, subrayando que la Unión Europea subvenciona el 50% del coste de este tipo de centros integrales.
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