Los recursos de Irun acogieron en 2021 la cifra récord de 8.115 migrantes en tránsito
El Gobierno Vasco asume que deberá «intensificar» las líneas de trabajo que ha abierto con Canarias e Iparralde al esperar un inicio de año «complicado»
Desde que el verano de 2018 irrumpió en Gipuzkoa un masivo flujo migratorio de africanos, que llegaban a Irun en busca de una vida ... mejor al norte de los Pirineos, las autoridades pronto constataron que este fenómeno no iba a ser pasajero, sino algo estructural que vino para quedarse. Así queda constatado en los recursos para migrantes en tránsito habilitados por el Gobierno Vasco en la localidad fronteriza, donde durante 2021 atendieron a 8.115 personas.
Es la cifra más alta registrada en el centro de Hilanderas que gestiona Cruz Roja, que supone prácticamente doblar las 4.244 contabilizadas en 2019, el año previo a la pandemia. En 2020, un total de 3.493 migrantes pasaron por estas instalaciones, una cifra más que significativa teniendo en cuenta los meses en los que la movilidad estuvo restringida y se cerraron las fronteras. En 2018, cuando se inició el conteo, hubo 5.837, aunque todos ellos lo hicieron en solo siete meses, de junio a diciembre.
Aunque el plan vasco de contingencia diseñado en 2018 es «capaz de atender hasta a 500 personas al día en los centros repartidos por los tres territorios históricos», en la práctica se usan el casi centenar del recurso de Hilanderas –durante los meses más duros de la pandemia se redujo a la mitad–, ampliadas puntualmente con el albergue municipal de peregrinos.
«Es vital la información que nos llega de Canarias; y se espera un inicio de 2022 complicado»
Xabier Legarreta
Director de Migración
El director de Migración y Asilo, Xabier Legarreta, remarca que «cada vez se incrementan más las personas migrantes en tránsito que buscan otra oportunidad y eligen Irun como vía para llegar a Europa». A su juicio, llegan a Gipuzkoa «en condiciones extremas, tan inhumanas, que Europa no puede mirar a otro lado, aunque sea por razones humanitarias». Es lo que pretende hacer también el Gobierno Vasco, que ha pedido al Gobierno central la transferencia de migraciones, e impulsar así un modelo similar «al que tiene la Generalitat» de Catalunya, basado «sobre todo en recursos de acogida y permisos de trabajo. Desde el autogobierno se gestionaría mejor», añade.
Lazos con Canarias e Iparralde
Según han observado, el 94% de quienes llegan a Hilanderas son subsaharianos que entraron en el Estado español por las Islas Canarias, lo que ha llevado a la dirección de Migración y Asilo a abrir una «línea de trabajo» con el Gobierno canario. Legarreta subraya que «la información que nos llega desde las islas es importantísima», y les lleva a esperar que «los primeros meses de 2022 van a ser complicados».
Otra preocupación de Legarreta es «la situación en frontera», donde los «controles racistas que está llevando a cabo la policía francesa» obliga a las personas migrantes a buscar otras alternativas más peligrosas para acceder a Francia. En esta línea, la portavoz de Irungo Harrera Sarea, Josune Mendigutxia, ya denunció la semana pasada que la policía gala «solo te controla si eres negro».
En este sentido, Lakua recordó ayer a los tres subsaharianos que «han perdido la vida» en 2021 «en su intento de cruzar el río Bidasoa». Otro se suicidó en la orilla y tres más murieron arrollados por un tren cuando dormían cerca de San Juan de Luz tras pasar la muga. Dada esta realidad, se ha entablado otra «línea de trabajo» «con la Euskal Hirigune Elkargoa (EHE) de Iparralde» que preside Jean-René Etchegaray. Legarreta apremia a «intensificar» esta colaboración ante la actividad migratoria que se prevé en los primeros meses de 2022.
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