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Campos de fútbol, rugby o clubes de remo. Colegios, institutos, facultades universitarias, residencias de ancianos, comisarías de policía e incluso cuarteles de la Guardia Civil. ... Gipuzkoa tiene más de 300 equipamientos en riesgo de sufrir inundaciones en caso de que las cuencas de los ríos se desborden a su paso por el territorio. Están repartidas en 38 localidades guipuzcoanas con la capital, Donostia, como la localidad con un mayor número de áreas susceptibles de vivir un episodio de estas características. En el conjunto de Euskadi, el Gobierno Vasco tiene identificados 717 equipamientos públicos potencialmente inundables, de los cuales más de la mitad (333) están en Bizkaia y menos de un 10% en Álava.
En lo que respecta a Gipuzkoa, son 317 los recursos bajo la amenaza de sufrir una inundación por la crecida de los ríos. Representan el 44% del total del País Vasco, según una documentación remitida al Parlamento Vasco por el consejero de Industria, Transición Energética y Sostenibilidad, Mikel Jauregi, en respuesta a una solicitud de información de Amancay Villalba, de EHBildu. Los datos, a su vez, están sacados del Mapa de Peligrosidad y Riesgo de Inundación de las diferentes demarcaciones hidrográficas de la comunidad autónoma del País Vasco elaborado por la Agencia Vasca del Agua (URA), organismo público dependiente del Ejecutivo autonómico.
Cuantitativamente, San Sebastián aglutina el mayor volumen de equipamientos potencialmente en riesgo (37), por delante de Tolosa (31), Bergara (24) e Irun (23). Hasta 38 de las 88 localidades del territorio cuentan con algún área sensible a sufrir un episodio extraordinario de esta envergadura.
Por recursos, las instalaciones deportivas son las más expuestas, ya sean campos de fútbol, rugby o incluso clubes de remo. Tampoco se libran los frontones o los polideportivos. Representan dos de cada tres (67%) equipamientos públicos susceptibles de inundarse en Gipuzkoa, donde también hay 61 centros docentes, 14 residencias de ancianos, 8 centros de día, 7 comisarías de policía, 6 instalaciones radioactivas, 4 cuarteles de la Guardia Civil, 2 campus universitarios y otros tantos centros religiosos, ambos situados en San Sebastián.
El riesgo de inundación fluvial evalúa por municipios la exposición que tiene cada uno de ellos a experimentar inundaciones en función de periodos de retorno, que van desde 10 hasta 500 años. Esta escala, desarrollada a partir de estadísticas del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO), clasifica las zonas en cinco niveles: aquellas con alta probabilidad de inundación en un periodo de retorno de 10 años; las que sufren inundaciones frecuentes en un retorno de 50 años; las zonas con probabilidad media u ocasional en un periodo de 100 años y las que presentan una probabilidad baja o excepcional, asociadas a un retorno de 500 años. También las zonas no identificadas como inundables o donde no hay probabilidad de que el territorio sufra una inundación fluvial. Este último escenario afecta a medio centenar de localidades guipuzcoanas, según la documentación remitida al Parlamento Vasco.
Si hay una cuenca que históricamente ha causado un mayor número de inundaciones en Gipuzkoa esa ha sido la delUrumea. Aquí se encuentran 9 de los 23 equipamientos con un mayor nivel de riesgo de sufrir un episodio de estas características cada menos tiempo; es decir, con un periodo de retorno de una década. SanSebastián engloba seis, todas ellas instalaciones deportivas: los clubes de remo Ur-Kirolak y Donostia Arraun Lagunak, el frontón y la pista polideportiva del barrio de Loiola y el skate park y pista polideportiva de Txomin. En esta misma cuenca se encuentran también con una exposición elevada a inundaciones el campo de fútbol Zubipe y la empresa Celulosas de Hernani o el probadero Ergobia de Astigarraga.
Otra de las mayores cuencas con riesgo elevado de desbordamiento es la del Bidasoa a su paso por Irun, donde el GobiernoVasco tiene detectados hasta media decena de equipamientos públicos susceptibles de acabar bajo el agua con una perioricidad media de diez años. Al igual que en Donostia, todas son instalaciones deportivas como la zona deportiva de Plaiaundi o el trinquete de Behobia. Asimismo, Gipuzkoa tiene recursos en este mismo nivel de riesgo en Errenteria (2), Aia, Andoain, Orio, Soraluze, Tolosa, Zizurkil y Zumaia.
Ampliar el cauce del río, levantar muros más altos para proteger las viviendas ribereñas, sustituir puentes clavados en el lecho por otros sin pilares que no obstaculicen el libre fluir de la corriente, generar áreas de remanso en las que el caudal se disperse y frene su velocidad... Las medidas de prevención y defensa ante inundaciones fluviales son variadas, y dependen de las características naturales, orográficas y urbanísticas del punto en el que se decide actuar.Gipuzkoa ha sido testigo de muchas de ellas en los últimos años. El Ejecutivo autonómico, a través de URA, ha invertido cerca de 150 millones de euros en el territorio en medidas de protección, dentro de los más de 350 millones destinados en todo Euskadi. El reencauzamiento del Urumea a su paso por el barrio donostiarra de Martutene es quizá la obra más importante de los últimos años. Cerca de ahí nació en 2019 el parque fluvial de Astigarraga, que sirve de aliviadero para cuando el río venga crecido. Otra actuación reciente se ha llevado a cabo en Beasain, con una ampliación del cauce y la sustitución de dos puentes.
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