Hace ya muchos años que me interesé por las extraordinarias propiedades de la seda producida por las arañas. Recuerdo que en una de mis columnas ... hablé de un chaleco antibalas hecho con esta seda, que era muy superior al fabricado con el famoso kevlar. No recuerdo cómo se llamaba la empresa que lo elaboraba, pero sí que querían criar arañas, para luego 'ordeñarlas' y conseguir esos fabulosos chalecos antibalas. Creo recordar que la empresa obtuvo resultados muy malos debido a que las arañas son muy poco sociales. Al tratar de criarlas en cautividad unas se comían a otras y la cosecha siempre era muy reducida, por lo que cada chaleco costaba una millonada.
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En un reciente artículo de la revista 'Matter', cuyo autor principal es Junpeng Mi, de la universidad de Donghua, describe cómo han introducido los genes de seda de la araña en los gusanos de seda, que son muy dóciles y fáciles de reproducir.
No han introducido los genes más resistentes de las arañas, pues resulta muy difícil, pero sí uno «muy resistente». Los gusanos han producido una fibra de alta resistencia, casi tan dura como la de la araña natural, y aproximadamente seis veces más duras que el Kevlar. La técnica utilizada para introducir los genes de araña ha sido la famosa CRISPR.
No todo está ya hecho, de momento los gusanos transgénicos tan solo están en el laboratorio, hay que lograr que vivan y se reproduzcan en un entorno industrial.
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