Pienso que todos hemos visto alguna vez la reentrada de algún vehículo espacial en la atmósfera. El punto de rozamiento empieza a ponerse rojo y ... muy pronto aparecen llamas.
Como espectáculo es a la vez precioso y terrorífico (¿resistirá la nave?), pero desde el punto de vista de las telecomunicaciones es catastrófico. Me explico, ese «fuego» son partículas de aire ionizadas que impiden las telecomunicaciones entre el vehículo y la tierra.
Hace ya muchos, muchos años, cuando la protagonista era NASA, en esos momentos se perdía la telemetría, es decir, recibir los datos de lo que estaba sucediendo en la aeronave. Recientemente, además de la telemetría, se han incorporado cámaras de vídeo que permiten ver lo que ocurre. Muchas veces he seguido las reentradas de varios vehículos, sobre todo de SpaceX, que permite acceder a las imágenes de un modo muy sencillo. Siempre, en los momentos críticos, en el choque con la atmósfera o en el encendido de motores para el aterrizaje, que también ionizan los gases, se ha perdido la imagen. Una gran sorpresa ha sido ver el «amerizaje» del último lanzamiento de la StarShip de SpaceX. Tanto en el momento de choque con la atmósfera, como de encendido de motores para aterrizaje, se han seguido viendo las imágenes. Todo ello gracias a que las cámaras se conectaban a la red de satélites (hoy de unos seis mil) que forman la constelación llamada Starlink. Una maravilla visual.
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