«Me falta saber qué medidas adoptó el Hospital Donostia para que la muerte de Ane sea útil»
La madre de una bebé prematura que falleció en 2020 por un error médico en el centro donostiarra relata su caso en el Parlamento europeo
Ainhoa De las Heras
Viernes, 6 de octubre 2023, 06:52
La muerte de Ane y las graves secuelas sufridas por Yara, dos bebes prematuras extremas, en el Hospital Donostia en enero de 2020 por un ... intercambio de medicamentos ha llegado al Parlamento europeo. Impulsado por la asociación EHMA (European Health Management Association), una de las más importantes del mundo sanitario, vinculada a la OMS, se ha celebrado un seminario sobre los errores en medicamentos, que servirá de base para plantear una iniciativa legislativa del grupo de los verdes en la Eurocámara.
La madre de la niña fallecida, Elisabeth, y su abogado, Carlos Gómez Menchaca, han participado mediante videoconferencia en las ponencias, celebradas los pasados 17 de septiembre, día de la Seguridad del Paciente, y 18, junto con un representante de un laboratorio farmacéutico, una diputada europea y el responsable de EHMA en España. Elisabeth y su marido, padres de Ane, decidieron participar en este evento para «que la muerte de nuestra hija al menos sirva para algo, que sea útil para otras personas».
La pequeña nació en la semana 24 de gestación, más dos días. Fue una prematura extrema, sólo pesaba 600 gramos. «Nos queda la duda de qué hubiera pasado» de no haber ocurrido el error. Junto a ella en las incubadoras del servicio de Neonatología del Hospital Donostia había aquellos días otra niña, de 800 gramos. Ambas, que llevaban una evolución positiva desde que nacieron, empezaron a empeorar su estado los días 3 y 4 de enero de 2020, hasta que se descubrió que les estaban suministrando un potente anestésico, Propofol, en lugar del suero alimenticio que deberían estar tomando para ganar peso. Las niñas dejaron de moverse. Ana murió el 8 de enero y Yara sufrió importantes secuelas, cuyo alcance no se podía determinar hasta que fuera creciendo.
Las claves
-
«Mmedicamento confundido» La Fiscalía concluyó que hubo una infracción penal por una muerte por imprudencia
-
Padres de Ane «Nos queda la duda dequé hubiera pasado» deno haberle cambiado el suero por un anestésico
-
Parlamento Europeo La madre ha participado por videoconferencia en una ponencia sobre seguridad del paciente
A raíz de la publicación del artículo sobre el caso en este periódico, la Fiscalía del País Vasco abrió una investigación, que concluyó que había habido una infracción penal, una «muerte causada por imprudencia menos grave». El Propofol llegó a Neonatología, donde nunca debió estar, ya que no se recomienda para menores de un mes, «confundido» desde el servicio de Farmacia. Ambos envases eran del mismo color. El Ministerio público concluyó que «los profesionales no se cercioraron suficientemente de que eran los correctos». Los forenses apuntaron que existía una «correlación clínico-temporal entre la administración de Propofol, el empeoramiento y la muerte». Sin embargo, los padres de la criatura llegaron a un acuerdo con Osakidetza, que les indemnizó con 125.000 euros, y renunciaron a iniciar acciones penales, por lo que el caso quedó archivado.
«No se trataba de culpabilizar a nadie. Entendemos que hay errores, en cada trabajo existen, pero en medicina tienen más trascendencia porque están en juego vidas humanas. Psicológicamente necesitábamos un descanso, lo hemos pasado muy mal. Nos ha costado mucho, yo he estado en tratamiento psiquiátrico», explica la mujer, que ha vuelto a ser madre y ha dado a luz en el Hospital Donostia. El duelo coincidió además con la pandemia y el confinamiento, lo que tampoco les ayudó a superarlo.
Herramientas digitales
«Lo más doloroso fue esa falta de comunicación. La sensación de que la administración olvidaba la parte humana». 'Eli' reconoce que le ha «faltado saber si se adoptaron medidas, como que se etiquetan los fármacos, imagino que sí, pero no tengo la certeza. Ya no hubo más contacto», lamenta.
El objetivo de la iniciativa de la asociación EHMA pasa por mejorar el sistema y perfeccionar los protocolos para que no ocurran estos casos. Se calcula que «en Europa muere una persona al día por cada millón por un errores de medicamentos» y que «el coste anual de estos fallos supera los 51 billones de euros en los países de la OCDE». Una de las medidas que se plantea es la de incorporar herramientas digitales, que permitan eliminar el error humano. También es importante saber cómo notificar el fallo a los afectados.
Los progenitores de Ane y Yara, con residencia en Irun y San Sebastián, se encontraron casualmente con motivo del entierro del familiar de uno de ellos en Errenteria. Entonces, se dieron cuenta de que habían padecido el mismo drama y pusieron en común sus sentimientos y la información que habían ido recabando hasta entonces. Ambos habían sido llamados por los responsables del servicio para comunicarles que se había producido un «cambio de medicamentos», aunque fue después cuando empezaron a indagar sobre los compuestos cuando se percataron de la gravedad del fallo.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión