«La falsa cosmetóloga rusa nos citó en un piso de San Sebastián, pero no apareció»
La denuncia del Colegio de Médicos recogida por este periódico truncó los planes de la supuesta especialista, que había dado hora a sus clientes en una vivienda turística
Karina, que se presenta en sus redes sociales como cosmetóloga europea «con años de experiencia», tenía previsto pasar consulta el lunes en Donostia. Había ... alquilado un piso turístico en el barrio de Gros, donde había citado a todas aquellas personas que querían realizarse algún tratamiento estético, como aumento de labios, rinoplastias o infiltraciones de bótox, a un bajo precio. Pero sus planes se truncaron tras la denuncia del Colegio Oficial de Médicos de Gipuzkoa por un supuesto delito de intrusismo, recogida en este periódico, y la presunta especialista no apareció en la dirección en la que había convocado a sus posibles clientes.
Agentes de la Ertzaintza, personal del departamento vasco de Salud y miembros del colegio comprobaron 'in situ' que la mujer no se había presentado en el piso, y tampoco ninguno de los pacientes que iban a ser intervenidos. A excepción de uno, que precisamente no quería ser intervenido, sino comprobar si la cosmetóloga iba a actuar y, en caso de hacerlo, frenarle. ¿De quién se trataba? De miembros del Colegio Oficial de Médicos de Gipuzkoa, entre los que estaba su secretaria general, Belén Alonso. «Queríamos averiguar la dirección exacta adonde iba a venir, y no nos quedó otra que hacernos pasar por una persona que estaba interesada en sus servicios», explica Alonso, que también es especialista en Medicina Estética y presidenta de la asociación de médicos estéticos de Gipuzkoa. Así, crearon un perfil falso en Instagram, la red social en la que se anunciaba, y se pusieron en contacto con ella. Les citó a las 14.15 horas, pero allí no había nadie. «Tocamos timbres y preguntamos a los vecinos. Estuvimos tres cuartos de hora a la espera y no apareció ni ella ni ningún paciente», explica.
La conversación con la presunta cosmetóloga para coger cita se realizó vía internet y unos días antes de que se diera a conocer la denuncia del colegio de médicos. El trato fue correcto. «Nos pidió un móvil» por si hubiera cualquier imprevisto, pero como en ningún momento canceló la cita nosotros seguimos adelante. Y nos personamos en el lugar como pacientes». También acudió una inspectora, por parte del Departamento de Salud, y tres agentes de la Ertzaintza. Ninguno tuvo que intervenir porque «tal y como se preveía, la presunta cosmetóloga no había acudido ni tampoco ningún paciente citado». Un «logro», según el Colegio Oficial de Médicos de Gipuzkoa, que es la primera vez que denuncia un caso de intrusismo para poder evitarlo, si bien «en muchas ocasiones se ha frenado este tipo de actividades sin tener que recurrir a los juzgados», explica su secretaria general, con la «colaboración» de otras instituciones.
El dato
250
euros cobraba la presunta cosmetóloga rusa por el aumento de labios, según el anuncio que puso en su red social de Instagram, cuando el precio medio en el mercado es de 500 euros. La supuesta experta cobraba a mitad de precio los tratamientos
Este caso se destapó hace dos semanas, cuando el colegio de médicos interpuso una denuncia por un presunto delito de intrusismo contra una cosmetóloga rusa que iba a recalar esta semana en Donostia para realizar intervenciones médicas de aumento de labios, infiltraciones de bótox o rinoplastias a bajo precio. Los aumentos de labios, por ejemplo, se ofrecían a 250 euros, cuando la tarifa media es de 500.
«Nos hicimos pasar por una persona interesada para saber adónde iba a venir, nos citó a las 14.15 y nos pidió el teléfono»
Belén Alonso
Secretaria general del Colegio Oficial de Médicos de Gipuzkoa
«El mayor logro es que los guipuzcoanos no se hayan puesto en peligro en manos de quienes no tienen titulación médica»
En la denuncia, además, el colegio sostenía que tenían sospechas de que la supuesta especialista, de la que no constaba su homologación como licenciada en Medicina en España, iba a estar también en Bilbao, Vitoria y Pamplona. Es más, desde el colegio de médicos de Álava «actuaron de la misma manera» que en Gipuzkoa, dice Alonso, «y ahí tampoco aparecieron la presunta cosmetóloga ni los clientes. Sucedió exactamente lo mismo que en Donostia». En Bizkaia y Navarra, por su parte, «realizaron el contacto después de publicarse la noticia y ya no recibieron respuesta alguna».
Tras lograr frenar este nuevo presunto caso de intrusismo, desde el colegio destacan que el mayor éxito es que «los guipuzcoanos no se hayan puesto en peligro en manos de quienes no tienen una titulación médica para realizar tratamientos. Solo un médico con la titulación y la autorización sanitaria correspondiente puede realizar este tipo de tratamientos que no están exentos de riesgos para la salud de los pacientes y que estos deben conocer», defienden. Asimismo, advierten a la población que ante cualquier tratamiento médico deben asegurarse de que el profesional médico que les va a tratar tiene la titulación necesaria.
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