El exsumiller de Mugaritz defiende que solo vendió botellas de su propiedad
Guillermo Cruz asegura que los vinos los adquirió antes al restaurante o por otras vías
Guillermo Cruz, quien entre 2016 y 2018 fuera jefe de sumillers de Mugaritz, donde trabajaba desde 2012, ha asegurado «no reconocer los hechos» por los ... que se acusa en la Audiencia Provincial de Gipuzkoa, donde se enfrenta a dos años y tres meses de prisión por presuntamente haber sustraído botellas de la bodega del restaurante, que habría vendido a terceros, obteniendo así un beneficio económico de al menos 31.854 euros, cantidad que también reclama la Fiscalía de Gipuzkoa. Por su parte, la acusación particular ha solicitado una condena de 4 años y 6 meses de cárcel, así como el pago de 57.624 euros.
Tras la declaración ayer del chef Andoni Luis Aduriz, esta mañana ha sido el turno del experto en caldos de Zaragoza, quien ha sostenido que «todas las botellas» que vendía procedían de su colección privada. «Eran botellas mías», ha afirmado, unas porque las había comprado a otros proveedores o a particulares, y otras porque las había comprado al propio Mugaritz, «una ventaja» de la que gozaban los empleados, tanto para adquirir vinos como productos alimenticios perecederos, como «caviar o trufa». De esta manera, en un procedimiento que sería «habitual» entre los restaurantes, el establecimiento hostelero «generaba (dinero) efectivo para comprar lotes de vino a particulares» o, «por ejemplo, para comprar a los cazadores en temporada de caza, que no te hacen factura».
En concreto, sobre la botella con la numeración 4.410 de una bodega de la Borgoña francesa, que los responsables de Mugaritz aseguraron ayer que el sumiller vendió a título particular a un distribuidor de Barcelona cuando en realidad la había comprado el restaurante y por tanto pertenecía a su bodega, Cruz ha afirmado que él la compró a Mugaritz «por 210 o 230 euros, no lo recuerdo bien». Según testificó ayer el distribuidor barcelonés, él se la compró por 800 euros y la puso a la venta por 900. «No es un vino tan especial», ha apuntado Cruz. Asimismo, ha dicho que llegó a comprar al reputado restaurante de Errenteria «más de 100 botellas, y de 200, incluso».
Sobre la falta de «más de 30 botellas» de la bodega del restaurante detectada por la contable de Mugaritz en el recuento trimestral de septiembre 2018, el sumiller ha manifestado que esos vinos fueron «vendidos en maridaje».
Dos meses después, en diciembre de ese año, fue cuando Aduriz tuvo conocimiento de los hechos, que desencadenaron en el despido de su empleado en enero de 2019.
Tras la declaración del acusado, el tribunal ha decretado un receso antes de el turno para las conclusiones finales por las partes.
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