Los expedientes sancionadores a viviendas turísticas se multiplican por siete en Gipuzkoa

La Dirección de Turismo lanzó a finales de junio y hasta el 31 de diciembre una campaña de refuerzo sobre el control de viviendas y habitaciones de uso turístico que, en el caso de Gipuzkoa, ha disparado un 582% los expedientes sancionadores a este tipo de oferta alojativa. Y eso en un año en el que el número de viviendas turísticas ha crecido un 16,8% en el territorio y el de las habitaciones turísticas un 10,7%, por lo que el aumento de la oferta ha sido mucho más moderado que el de los expedientes sancionadores abiertos. Desde Turismo reconocen que este desfase se debe a que en el segundo semestre del año pasado «se han realizado más inspecciones centradas en viviendas turísticas» de lo que venía siendo habitual. Sobre todo, desde que la pandemia provocó un terremoto en la actividad turística. En Gipuzkoa, esta campaña se ha saldado con que casi una de cada cuatro inspecciones ha derivado en un expediente sancionador.

Fuentes del departamento que dirige el socialista Javier Hurtado explican por qué decidieron aumentar el celo en el control de los pisos turísticos desde el verano pasado. «En 2021 todavía estábamos viviendo los efectos de la pandemia y la recuperación turística no se fue consolidando hasta 2022, por lo que los esfuerzos se concentraron en otras acciones de apoyo al sector turístico». Sin embargo, en 2023, con la pujanza del turismo recuperada –y con cifras récord de entrada de turistas en todo Euskadi–, «se decidió realizar una campaña de inspección específica para viviendas y habitaciones de uso turístico, lo que ha hecho que se incrementen notablemente los expedientes sancionadores abiertos para este tipo de alojamientos».

Entre las principales razones que motivan un expediente sancionador, Turismo indica que las más habituales son «las infracciones relacionadas con la no instalación del distintivo obligatorio en la puerta y en el portal de la vivienda (VUT y HVUT)», así como las sanciones «por ofertar más plazas de las que está autorizado por el decreto de viviendas y habitaciones de uso turístico, que se establece por los metros cuadrados de la vivienda». Por último, también aparece entre las más recurrentes «ofertar como vivienda completa lo que se tiene registrado como habitación para uso turístico en vivienda particular». Otras infracciones serían no incluir el número de registro en la publicidad de la vivienda o no estar registrado en el Reate (registro de empresas y establecimientos turísticos), «por lo que estas viviendas actuarían de forma clandestina», apuntan.

Las inspecciones y los procedimientos de comprobación de los pisos turísticos que lleva a cabo el Gobierno Vasco se realizan de oficio o a través de campañas específicas como la que se puso en marcha en el segundo semestre del año pasado. Las que se llevan a cabo de forma rutinaria inspeccionan, por ejemplo, las plataformas donde se publicitan las viviendas turísticas «para comprobar que los pisos indican el número de registro en el anuncio, lo que es obligatorio y su ausencia supone una sanción grave». Si no aparece el número de registro, se procede a comprobar si el inmueble está registrado en el Reate o no y se abre un expediente sancionador. Las campañas específicas, por su parte, se desarrollan sobre establecimientos concretos para reforzar las inspecciones habituales.

Otra forma de iniciar un expediente sancionador es a través de una denuncia, que puede llegar bien a través del buzón antifraude de la Dirección de Turismo o por medio de una asociación o particular.

En el segundo semestre de 2023 se llevó a cabo una campaña específica de control sobre los pisos y habitaciones turísticas, «al igual que en otras ocasiones se ha realizado con otros establecimientos alojativos», indican desde el Gobierno Vasco. En este caso, la campaña se centró en hacer dos tipos de controles en los pisos turísticos: el que se lleva a cabo sobre la oferta alojativa regularizada que está inscrita en el Reate (cuestiones como la exhibición del distintivo oficial en los exteriores de los edificios o la colocación del distintivo en los interiores de los edificios, junto a la puerta de entrada de la vivienda) y el control sobre «la oferta ilegal» de pisos turísticos.

Este segundo caso se refiere al control que se ejerce sobre aquellas viviendas para uso turístico que no hayan sido previamente inscritas en el Reate. El control que la Inspección de Turismo realiza se centra en la detección y sanción de aquellas viviendas que se destinan al tráfico turístico sin haber presentado la Declaración Responsable de Inicio de Actividad, y por lo tanto no cuentan con un número de registro y tampoco son objeto de control, por lo que se consideran pisos «clandestinos».

El Departamento de Turismo recuerda que esta campaña de control a los pisos turísticos da cumplimiento a un mandato parlamentario de marzo de 2023 en el que se instaba al Gobierno Vasco «a desplegar un plan específico de control e inspección de las viviendas y habitaciones particulares de uso turístico durante el ejercicio en curso».