«Comunicar a una persona que su hijo ha muerto en accidente es muy duro»

– En lo que va de año han muerto 26 personas en las carreteras guipuzcoanas. Es la cifra más elevada desde 2015. ¿Es preocupante esta situación?

– Evidentemente estamos preocupados. Cada accidente nos preocupa, pero este dato hay que ponerlo en perspectiva. A partir de 2003, en el que partíamos de 64 víctimas mortales, se produjo un bajón. En 2009 llegamos a veinte fallecidos, que son casi los que tenemos ahora.

– ¿Y la cifra de 26?

– Los datos que manejamos no son de la totalidad de Gipuzkoa porque nosotros trabajamos en todo el territorio excepto en los ámbitos urbanos, donde las policías locales tienen competencia. Nosotros hablamos de 21 muertes en lo que va de año. Ha habido un aumento con respecto al ejercicio pasado, pero no podemos ceñirnos a un solo año. Con pequeños dientes de sierra, la línea es casi recta. Pero le voy a dar otro dato.

– ¿Cuál?

– Las víctimas nunca van en consonancia con el número de accidentes. Hay años en los que hay menos siniestros y, por diferentes circunstancias, hay un número mayor de víctimas. En 2021, a 30 de noviembre, los accidentes acumulados en carreteras de Gipuzkoa fueron 468. En 2022 esta cifra bajó a 384 y este año se han registrado 362, luego ha habido un 5,7% de disminución con respecto al año pasado y un 23% con respecto a 2021. Sin embargo, hay más fallecidos porque en varios accidentes hubo un número elevado de víctimas mortales.

– ¿Cuál es la causa más común de los accidentes?

– Las de siempre: distracciones, velocidad y alcohol. Nosotros las llamamos desde hace muchísimos años los tres asesinos y en muchas de las ocasiones está más de uno de los factores.

– Los coches cada vez corren más.

– Están preparados para ir más rápido, pero eso no quiere decir que vayan más rápido. La red viaria es la que tenemos.

– ¿Cómo es?

– Tenemos un territorio con una red viaria muy complicada y no se puede ir rápido. Siempre tienes algún loco, pero aquí no se puede ir a 160 o 180. La velocidad está marcada por las circunstancias de las vías. Tenemos una serie de nudos que hace que las carreteras están como estén y hay una serie de retenciones que se van a seguir produciendo porque las soluciones inminentes para esos problemas llegarán con el tiempo, pero de momento todavía no.

– En muchos casos los encargados de informar a una persona que su hijo ha muerto en accidente son agentes de la Ertzaintza.

– Siempre que es posible, y procuramos que así sea, preferimos comunicar estos hechos en persona y no telefónicamente. Que se enteren por nosotros y cuanto antes mejor. Hay que ser todo lo delicado posible comunicando estas situaciones.

– ¿Es duro?

– Indudablemente. Es muy, muy, muy duro y complicado. No todo el mundo está capacitado para dar una noticia de estas.

– ¿Hay días en los que cruzan los dedos porque son proclives a accidentes?

– Sí. Los días en los que se juntan varias fiestas seguidas son complicados. Por ejemplo, mañana (por hoy) y el miércoles a primeras horas (por mañana) van a ser complicados. Y si hace mal tiempo, se multiplica el riesgo. Y si además los días o las semanas anteriores ha hecho buen tiempo, el riesgo es exponencialmente mayor.

– ¿Por?

– Primero, por la suciedad de las carreteras cuando ha estado mucho tiempo sin llover. Segundo, porque inconscientemente estamos acostumbrados a conducir con buen tiempo y la carretera seca. Vamos más rápido y de pronto, después de mucho tiempo, llueve. Ese primer día el índice de accidentes es mayor.

– ¿Basta con controles y radares para reducir los accidentes, o la Administración puede hacer algo más?

– Todo suma. Aunque no nos guste a nadie, lo que duele a todo el mundo es el bolsillo. Si tenemos controles que implican sanciones, eso hace daño y procuras no extralimitarte, con lo cual los controles son efectivos. Las campañas también son efectivas y otro tercer factor es la situación de las vías. Cuanto mejor estén las carreteras, menos accidentes va a haber. Desafortunadamente, ahora mismo en Gipuzkoa estamos en una renovación de las vías que está haciendo que se estén dando bastantes obras con un ámbito temporal muy grande en bastantes sitios.

– ¿Endurecer las penas a los infractores sería una posible medida?

– Lo veo complicado. Más que endurecer las penas, yo diría que las que están previstas en la legislación se apliquen, porque ya hay penas de cárcel contempladas, es decir, que no salga gratis.

– ¿Y qué pueden hacer los conductores?

– Primero, que sean conscientes de que un turismo o una moto no son juguetes y más con las prestaciones que tienen. Además, la atención es primordial. Yo todavía me sorprendo de la cantidad de gente que va con el teléfono móvil, no solo hablando sino escribiendo. Casi todos los días tenemos algún caso. Hay gente que mira el móvil incluso al lado de patrullas que están viendo todo desde sus vehículos policiales.

– Vamos, que no se esconden.

– No, no. Es una cosa increíble. Y algo que también me llama la atención es la cantidad de conductores que circulan sin permiso de conducir. Yo creo que es algo inasumible. A lo largo del año hay muchísimos investigados por carecer de permiso porque no lo han tenido nunca, se lo han revocado por orden judicial o porque tienen tantas infracciones que se han quedado sin puntos.