La Diputación trabaja con Ertzaintza y Fiscalía para localizar «cuanto antes» al niño raptado en Donostia

Este suceso ha provocado asimismo cierta inquietud sobre la seguridad de los menores tutelados y la efectividad de los protocolos actuales. En este sentido, Mendoza aseguró que «todavía es muy pronto» para plantearse si modificar los protocolos tras lo sucedido. «Estamos analizando lo que ha pasado y si hay que tomar alguna decisión al respecto o no», dijo.

La Diputación «sigue con preocupación» la búsqueda del niño desde que interpuso la denuncia en los juzgados nada más conocer su desaparición el domingo por la tarde. Una vez presentada la querella, la Ertzaintza procedió a abrir las diligencias correspondientes para localizar «cuanto antes» al menor desaparecido. El Departamento de Seguridad del Gobierno Vasco confirmó que se inició un dispositivo de búsqueda, activado nada más se tuvo conocimiento del suceso. Según detalló la portavoz foral, se está trabajando con la Ertzaintza y la Fiscalía para «intentar encontrar a este menor lo antes posible». «Evidentemente, cuando termine todo este asunto veremos qué es lo que habrá que hacer», añadió e insistió en no poder ofrecer más información al respecto, «si es niña o niño o en qué recurso se encontraba».

Desde la Asociación de Familias Acogedoras de Gipuzkoa, Beroa, que agrupa a casi un centenar de unidades familiares, desconocían ayer si el menor se encontraba residiendo con una familia de acogida en Gipuzkoa o estaba acogido en un recurso de la Diputación. «No tenemos más noticias y ninguna familia se ha puesto en contacto con nosotros para comunicarnos cualquier información», aseguraron.

Mientras continúa la investigación abierta por la Ertzaintza, la portavoz foral manifestó que la Diputación de Gipuzkoa destina «todos sus recursos, su voluntad y todos los apoyos necesarios para que esa persona pueda estar protegida», pero, lamentablemente, «no llegamos a protegerla al cien por cien, como ha sido el caso, a pesar de los esfuerzos que realizamos. Pero insisto, aquí lo extraordinario es que se trata de una persona menor que ha requerido de protección y que, en un momento dado, ha sido raptada y, por tanto, la Diputación Foral de Gipuzkoa, colaborando con la Ertzaintza y con Fiscalía, está destinando sus recursos para poder encontrarla lo antes posible».

Más allá de este hecho concreto, la portavoz foral puso el acento en que cada año la Diputación de Gipuzkoa acoge de media a «cerca de 300 menores porque hay que sacarles de sus domicilios» por encontrarse «en situación de desamparo y la Diputación debe acogerles y darles un futuro mejor. Hablamos de situaciones que son absolutamente desgarradoras». En este sentido, expuso que «lo inhabitual, lo extraordinario es eso, que hay 300 menores que se encuentran todos los años en situación de desamparo y la Diputación debe acogerlos y darles un futuro mejor», insistió.

En 2021, un total de 331 menores se encontraban en situación de desprotección o desamparo. En los casos de menores con referente familiar, las situaciones leves o moderadas las gestionan los servicios sociales de los ayuntamientos. Sin embargo cuando la situación se agrava (víctimas de maltrato, abandono, abuso sexual...), la gestión se transfiere a la Diputación.

El caso de este menor tutelado se asemeja al ocurrido en 2017 también en Donostia, cuando un bebé de 11 meses fue sustraído en la vía pública por su madre biológica antes de realizar una visita vigilada. La mujer huyó a Rumanía con el niño pero fue arrestada quince días después.