La Diputación acelera los trámites para implantar el nuevo peaje de la N-1 en 2019

Ya ha empezado la cuenta atrás para aplicar el nuevo peaje de la N-1 a camiones. Y va rápida. Es una prioridad y las prioridades corren más que los asuntos ordinarios en la tramitación. El Gobierno foral aprobó la norma que regula este canon el 3 de septiembre y mañana el Pleno de las Juntas Generales debatirá y votará las enmiendas a la totalidad. Primera criba. Serán dos los textos que pidan que se retire la norma: uno de EH Bildu y otro del PP. La mayoría de PNV y PSE garantiza la derrota de ambos.

El Pleno de mañana confirmará así que habrá nuevo peaje, más allá de que en una próxima Comisión de Infraestructuras Viarias se puedan aprobar algunas enmiendas parciales que maticen algún aspecto de la futura norma. Será el preludio de otro Pleno, previsiblemente el de noviembre, donde, definitivamente, se aprobaría el marco legal del sistema.

Se tramita por el procedimiento de urgencia después de que así lo solicitara la Diputación el mes pasado. «Es conveniente que la implementación de las medidas recogidas en la norma se realice con la mayor celeridad posible», argumentaba la solicitud foral aludiendo al «interés público». Esgrimía en su escrito que el peaje pretende «coadyuvar a la adecuada gestión de las infraestructuras viarias en Gipuzkoa», lo que traducido significa que el mantenimiento de las carreteras se financie con lo que aporten sus usuarios y no con dinero de todos los guipuzcoanos a través de los Presupuestos.

El Gobierno foral quiere así dar una garantía a la aplicación del 'pago por uso' en el eje de la N-1 después de que la continuidad del sistema vigente esté en el aire y dependa de los tribunales. El actual peaje ha sido anulado por el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV), pero sigue imperando porque su fallo ha sido recurrido al Tribunal Supremo (TS). Ante la incertidumbre de lo que pueda dictaminar un juez, el Gobierno foral ha optado por actuar del único modo que depende de sí mismo: la elaboración de una norma foral.

Los plazos encajan con el objetivo foral de empezar a aplicar el nuevo canon a inicios del año que viene. Mañana se despeja el camino con la desestimación de las enmiendas a la totalidad. A partir de ahora, será todo cuesta abajo. En las próximas semanas se aceptarán las enmiendas parciales que PNV y PSE estimen oportunas y ya solo faltará la luz verde del siguiente Pleno.

Encarrilada la aprobación de una norma que regule el canon a camiones, en los próximos dos meses el departamento de Infraestructuras Viarias debe avanzar en otros dos frentes para poder empezar a aplicar los nuevos términos del peaje: la implantación física de arcos para ajustar los nuevos tramos y el visto bueno de la Comisión Europea.

Respecto al ámbito de las infraestructuras necesarias, el departamento deberá instalar un pórtico en el tramo de A-15 de Astigarraga para gravar un nuevo recorrido de 3,19 kilómetros (desde el enlace de Zikuñaga de Hernani hasta su final en en enlace con la AP-8 y la GI-41 en Astigarraga).

El actual esquema va a mutar. Los vehículos pesados pagan hoy en función de tres tramos: Astigarraga-Andoain (10,3 kilómetros), Andoain-Andoain (2,2 kilómetros) e Idiazabal-Etzegarate (7,4 kilómetros). Este último se quedará como está, pero los otros dos sufren variaciones para tratar de evitar cualquier interpretación de posible discriminación hacia transportistas foráneos. El TSJPV falló que los dos pasos exteriores captados por los arcos de Etzegarate e Irun son mayoritariamente transitados por camiones no guipuzcoanos, que, por tanto, pagan más.

El nuevo formato alarga el tramo interno cobrado por el arco de Andoain de 2,2 a 5,37 kilómetros -bien sea hacia Lasarte por la N-1 o hacia Urnieta por la A-15- y completa el trazado a cobrar con los citados 3,19 kilómetros de Astigarraga. Deja de funcionar el arco de Irun, que podía llevar a confusiones por su ubicación, dado que cobraba el tramo Andoain-Astigarraga y no todos los kilómetros hasta la frontera.

La otra actuación que debe acometer la Diputación antes de final de año se localiza en Andoain. Dado que el paso por el pórtico de este municipio era hasta ahora de 2,2 kilómetros y se alarga hasta los 5,37, se va a añadir un micropórtico en la salida de Andoain para que los que entran ahí puedan abonar una cantidad menor equivalente a 2,2 kilómetros a través de un TAG.

Por último, la pieza clave que deberá apuntalar el proyecto será el dictamen de la Comisión Europea, esperado igualmente para las próximas semanas. Queda por ver si, tal y como desea la Diputación, hace mención expresa a la ausencia de discriminación o, como lo hizo la vez anterior, se limita a dar un visto bueno general en base a la estructura de costes.