La Diputación antepone «las necesidades del territorio» sobre la urbanización de la GI-20
Asegura que «todo planteamiento puede encontrar un encaje» siempre que se tenga en cuenta Gipuzkoa en su conjunto
El proyecto que plantea el Ayuntamiento de Donostia de convertir la variante entre Intxaurrondo y Riberas en una calle urbana aún no ha llegado a los despachos de la Diputación de Gipuzkoa para su análisis, tal y como confirmó ayer su portavoz, Irune Berasaluze, que defendió una visión de «territorio» a la hora de llevar a cabo este tipo de planteamientos. Preguntada por la posibilidad de convertir una autovía, por la que hoy pasan 70.000 vehículos al día, en una avenida urbana con velocidades de 30 km/h y semáforos, señaló que «no nos ha llegado la propuesta, pero si es un buen proyecto para Donostia y para el territorio se podría abordar». Berasaluze no cerró la puerta a esta alternativa y afirmó que «todo planteamiento puede encontrar un encaje y estamos abiertos a la colaboración». Sin embargo, seguidamente subrayó que «la GI-20 es una vía fundamental para municipios como Lezo, Errenteria y Pasaia, por donde pasan 70.000 vehículos, y nuestra visión siempre es la del territorio y sus necesidades».
El proyecto para convertir esta autovía de gran capacidad en una calle urbana y destinar los espacios sobrantes a viviendas, equipamientos, bidegorris y espacios libres está incluido en el borrador del nuevo Plan General de Ordenación Urbana , que comienza ahora su exposición pública y el Ayuntamiento lo somete a un proceso de participación ciudadana de tres meses para que los donostiarras opinen y expongan sus consideraciones en las reuniones y talleres organizados en los diferentes barrios. Desde el equipo redactor del nuevo PGOU considera que se trata de una alternativa que merece debatirse para conseguir una ciudad más vertebrada, compacta y mejor comunicada transversalmente. Según expone el documento, el objetivo es «racionalizar la infraestructura viaria de la ciudad de modo que adquiera un carácter adecuado a su entorno y, sobre todo, en la medida de lo posible, poder abordar la recuperación del territorio que ahora ocupa».
Mejoras en carreteras
Por otro lado, la Diputación anunció varias actuaciones enfocadas a mejorar tramos y puntos concretos de las vías guipuzcoanas. Así, se mejorará el enlace de la AP-1 en Eskoriatza eliminando el stop que actualmente tiene el ramal de salida 123 para los tráficos provenientes de Eibar hacia Vitoria. El presupuesto de licitación es de 959.000 euros más IVA y el plazo de ejecución es de seis meses. La nueva configuración mejorará la seguridad del enlace gracias a la eliminación del stop actual y a la incorporación de otro ramal, que permitirá un carril de aceleración con ceda el paso para los vehículos que acceden a la salida de Eskoriatza desde Vitoria.
Otra de las actuaciones anunciadas pasa por reforzar los balizamientos y la mejora de la señalización en ocho tramos de la AP-8 y en uno de la AP-1, que contará con un presupuesto de 903.400 euros más IVA y un plazo de ejecución de de seis mesees. En el apartado de infraestructuras, Berasaluze anunció la adjudicación de las obras para la reparación del paso elevado de la AP-636 en Beasain. En su rehabilitación, Bidegi invertirá 356.000 euros más IVA.
