Casi uno de cada diez vehículos que circula en Gipuzkoa no tiene la ITV en regla
La Ertzaintza hace controles técnicos en carretera, donde puede inmovilizar turismos si detecta fallos de luces o neumáticos gastados
Se pasa cada dos años o de manera anual, dependiendo de la antigüedad del vehículo, y se lleva a cabo en las estaciones de inspección ... técnica. La ITV es esa prueba que pone en vilo a miles de guipuzcoanos cada año. La principal alternativa para desplazarse de muchas personas depende del resultado de este reconocimiento. No obstante, durante una época específica del año los vehículos también pueden ser inspeccionados a pie de carretera. Esto no depende de los usuarios.
La Ertzaintza, en colaboración con las Policías Locales, lleva a cabo campañas en las que se aumenta la vigilancia de las condiciones técnicas de los vehículos. El objetivo de estos controles es «comprobar que se cumplen las exigencias reglamentariamente establecidas para circular por carreteras de uso público». En estas pruebas, los agentes no se limitan solamente a comprobar la documentación del vehículo, sino que también realizan una inspección superficial de su estado.

Aparte de comprobar que los permisos y licencias están en regla, se incide en los dispositivos de alumbrado y el estado de los neumáticos. La campaña llevada a cabo durante esta semana se enmarca dentro del calendario de Vigilancia y Control de Tráfico y Transporte. La Policía vasca tiene previstas 32 de este tipo para este año, que irán dirigidas a diversos usuarios de la vía.
En 2023, la Ertzaintza controló a un total de 3.233 vehículos durante las campañas que llevó a cabo. De todos ellos, un 8,2% incurrió en algún tipo de infracción. Es decir, casi uno de cada diez no cumplía con los requisitos exigidos en estas inspecciones. La falta más común fue no disponer de la documentación en regla (6,5%), seguida de la relativa al estado del alumbrado (1%). El año pasado se inspeccionaron casi mil vehículos más, un total de 4.184. El porcentaje de infractores descendió ligeramente (un 7,2%) pero se mantuvo cerca del 10%. DV acompaña a un dispositivo de la Ertzaintza en una de las inspecciones organizadas para la campaña de este año.

Los agentes de tráfico de la Policía vasca son los encargados de coordinar estos operativos. Dos de ellos estacionan sus motocicletas en el puesto de control del peaje de la AP-8 de Irun sentido Francia. Es un punto muy concurrido por todo tipo de vehículos. Camiones de logística que tienen que cruzar la frontera para llegar a otros países, trabajadores que viven al otro lado de la muga o simplemente personas que han decidido pasar el día en las playas francesas. Cerca de 18.000 vehículos pasan por este peaje todos los días.
Uno de los agentes se queda junto a la báscula del puesto mientras la otra se acerca a la salida de las cabinas de peaje. Esta última será la que dará el alto a los vehículos que serán sometidos a inspección. Pero, ¿estos automóviles se escogen aleatoriamente? Para nada. La encargada de frenarlos se fija en el color y los agujeros de la pegatina de la ITV, pegada en la parte superior de la luna delantera de los vehículos. Esta etiqueta marca el año y el mes de caducidad de la inspección.
Sanciones de 200 euros
La agente se sitúa frente a las barreras de salida del peaje y comienza a regular el tráfico. Da el alto a un turismo que enseguida maniobra para salir de la vía principal y acercarse a la zona de la báscula, donde se encuentra el otro ertzaina. Cuando el vehículo se detiene, se le solicita al conductor la documentación. Mientras la busca, el agente realiza una primera revisión visual para detectar algún tipo de deficiencia. «Principalmente revisamos que el alumbrado esté correctamente, que las ruedas no estén desgastadas o no se aprecie algún golpe que ponga en riesgo la seguridad vial», explica el ertzaina.
El conductor del turismo le facilita la documentación, que es contrastada en la base de datos para comprobar su validez. En este caso, todo está en regla. «Si no llevara la ITV pasada se le impondría una sanción de 200 euros y se limitaría el uso del vehículo en los próximos 10 días. Sólo se podría utilizar para ir a pasar la ITV o para arreglar alguna avería en un taller».

En el caso de los neumáticos, tienen que cumplir con unos rquisitos mínimos. Deben presentar una profundidad en las ranuras de rodamiento de, por lo menos, 1,6 milímetros. Además, deben conservar siempre las inscripciones reglamentarias, no pueden presentar ampollas, deformaciones, roturas, grietas, ni cables al descubierto.
El segundo vehículo al que se le da el alto es un camión portacoches. La agente detecta que no lleva la etiqueta de la ITV pegada en la luna delantera. Consulta al conductor, que le hace saber que el vehículo ha pasado la ITV aunque todavía no ha pegado la pegatina. Enseña la etiqueta a la agente, que comprueba su vigencia y pasa a revisar el remolque. «Todo en orden, siga circulando», le exclama tras finalizar la inspección.
En el caso de detectar alguna deficiencia, el usuario sería sancionado en el momento. «Tanto la falta de ITV, como alguna infracción de alumbrado o desgaste de neumáticos conlleva una multa de 200 euros, 100 en pronto pago». Si el conductor es extranjero, «está obligado a abonar la cuantía en el acto», mientras que los locales tienen un plazo de 20 días naturales para pagar la sanción. Las infracciones leves únicamente conllevan sanción económica pero si la deficiencia detectada es grave, el vehículo podría ser inmovilizado. «Si se identifica un fallo técnico que ponga en riesgo la seguridad vial y al resto de usuarios, el vehículo será inmovilizado en el lugar donde se le ha realizado la inspección».
Dependiendo de la gravedad de la infracción que se detecte en la prueba, la sanción podría ser mayor. «Por ejemplo, de vez en cuando encontramos vehículos que llevan la matrícula trucada para evadir los radares de velocidad. Tapan una parte o cambian la figura de uno de los números y así evitan que la cámara identifique la matrícula. En estos casos la multa puede ascender hasta los 3.000 euros. Dependiendo de cómo se haya cambiado, se puede considerar falsedad documental, un delito mucho más grave».
La edad media de los vehículos en Euskadi es de 14,9 años
El parque móvil en Gipuzkoa está cada vez más envejecido. Los guipuzcoanos alargan cada vez más la vida de sus vehículos, y eso se ve en las carreteras. Agentes de la Ertzaintza, de la sección de Tráfico, acostumbrados a trabajar en la vía diariamente, constatan que cada vez se ven turismos más antiguos. «Es verdad que respecto a años anteriores el parque móvil ha evolucionado, pero está bastante envejecido comparado con otros países europeos. En Gipuzkoa no hay cultura de cambio de coche». Esto también se refleja en la cantidad de infracciones que se detectan en las inspecciones técnicas. «Cuanto más anticuados estén los coches, más problemas van a dar. Aunque el endurecimiento de la normativa también tiene mucho que ver».
El 42%, más de 15 años
En Euskadi, la media de edad de los vehículos se sitúa en los 14,9 años según los datos de Solera, una compañía tecnológica especializada en el ciclo de vida del automóvil. Aunque ha aumentado considerablemente en los últimos tiempos, sigue siendo la quinta comunidad autónoma menos envejecida de España. A nivel nacional, los coches con más de 15 años han pasado de representar el 4% del parque automovilístico español en 2005 al 42% actualmente. Supone un incremento del 38% en 20 años.
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