Sin miedo a repetir con la misma vacuna

A la farmacéutica Amaia Unamuno le cuesta encontrar un motivo al por qué de tanto «jaleo» con la segunda dosis de AstraZeneca. «No entiendo muy bien por qué se ha montado todo este lío ni de dónde viene cuando la ciencia y todos los organismos científicos lo que dicen y avalan es que la segunda dosis de AstraZeneca es segura. Yo desde el primer momento confiaba en esta vacuna con su primera y segunda dosis, que es la que tiene todos sus estudios científicos y es la que me pondría», afirma, aunque tampoco rechazaría ningún suero. «Si me dan Pfizer, también me la pondría porque al final la pauta de vacunación la tenemos que cerrar, pero insisto, lo suyo es que nos den la misma vacuna que nos han dado al principio».

Esta sanitaria de 30 años se vacunó el pasado 8 de marzo y, al igual que otros 83.000 vascos, está pendiente del segundo pinchazo. Tenía asignado el 31 de mayo como día para completar el proceso. «Esa es otra», dice al referirse al margen establecido entre las dos dosis, que ya se ha atrasado cuatro semanas. «Además, si nos vacunan a nosotros con Pfizer, otras franjas de más edad a las que les toca se van a quedar atrás», lamenta. Por ello espera que se 'desatasque' este embrollo con las vacunas, que crece a la par que el hartazgo de la ciudadanía. «Otro jaleo bien grande es que se deje en manos de la ciudadanía qué vacuna ponerse. Porque yo puedo tener un criterio científico y leo opiniones de expertos que creo que saben del tema, pero no todo el mundo tiene los conocimientos o la información suficiente y adecuada al respecto, y dejarlo en manos de la gente no me parecería lo más acertado. Cuando te vacunan de la gripe no te dicen qué laboratorio es el que lo hace», expone esta farmacéutica.

En este sentido, que sea la persona que opte por vacunarse con AstraZeneca la que tenga que firmar un consentimiento informado y no al revés le parece un contrasentido. Aunque no entra a valorar el estudio realizado por el Instituto Carlos III para determinar si la mezcla de ambas profilaxis es segura y eficaz, destaca que «con lo que se ha investigado ha sido con la segunda dosis de AstraZeneca, de la que se han puesto millones de vacunas». Por eso cree que el consentimiento lo tendrían que firmar los que opten por Pfizer.

Es la opción que prioriza el Ministerio de Sanidad y que, en su opinión, «no es la adecuada». En realidad tampoco le da «miedo» mezclar diferentes profilaxis, «porque como con todos los medicamentos, hay un riesgo pero el beneficio es mucho mayor. Y si miras los datos de fallecidos por Covid, paralizar una vacunación cuando va a ser lo que parece que nos va a sacar de esta...De hecho se está demostrando con las personas mayores», afirma.

«Desde el principio he tenido claro que quería una segunda dosis de AstraZeneca», afirma Esti Sánchez sin asomo de duda. Completar la inmunización con la vacuna de Pfizer es algo que no le genera confianza. «Si al final nos van a poner otra prefiero quedarme como estoy antes que mezclar, porque hablan de las consecuencias que puede tener AstraZeneca por los casos de trombos pero ¿mezclar dos vacunas diferentes? No saben qué consecuencias o efectividad puede tener porque no lo han probado antes».

Ante tal incertidumbre, esta docente de 37 años se agarra a la opinión de los expertos. «La OMS ya ha dicho que AstraZeneca no es perjudicial y creo que si la primera dosis ha ido bien, la segunda también. Yo al menos no tuve ningún efecto adverso más que un poco de dolor en el brazo. ¿Por qué se habla tanto de esta vacuna, para mal, y de las otras no? Tengo amigos biólogos y amigas químicas que entienden del tema, que me explicaron las cosas de forma sencilla y ellos mismos me comentaron que no iban a mezclar. Si al final inoculan Pfizer me quedaría solo con la primera dosis, y si nos dan a a elegir, yo firmo donde haga falta y bajo mi responsabilidad que sigo con AstraZeneca». Aún tiene margen para decidir. Su cita para terminar la pauta es el 18 de junio (la vacunaron el 26 de marzo). De todas formas, reclama celeridad a la hora de tomar las decisiones, ya que «con este retraso está todo de nuevo en suspenso. Tengo amigos a los que les tocaba la segunda dosis a finales de este mes y Osakidetza les ha retrasado 15 días la fecha hasta que no se decidiera qué iba a pasar».

«Al final te tienes que fiar de los criterios científicos y si las dos opciones son válidas, me es indiferente. Que me pongan Pfizer no me preocupa más que la de AstraZeneca», afirma Aitor Zulaika, profesor en el colegio La Salle de Donostia. Cuando le tocó vacunarse, «allá por marzo, también tuve dudas, no por los trombos, sino porque creo que no han tenido mucho tiempo para desarrollar las vacunas, pero me decidí a hacerlo y listo. Y con este tema ahora, igual. Si hay un estudio que avala que la mezcla de las dos es segura, me lo creo. Además, dicen que te inmuniza más y no tengo motivos para pensar lo contrario». Espera que avance la vacunación para que «podamos hacer poco a poco una vida más normal». De momento, el 5 de junio le tocaría el segundo pinchazo.

Leyre Ortiz, trabajadora en Axular Lizeoa, cree que la decisión de protegerse con una u otra vacuna no debería recaer en la ciudadanía. «Eso deberían determinarlo las personas que están preparadas para ello, que son la OMS, la EMA, los inmunólogos... porque la mayor parte de la población no tenemos ni idea. Aún así, si tuviera que escoger me pondría la que recomienda hoy por hoy la mayor parte de la comunidad científica, que es la de AstraZeneca. Si con la primera dosis no ha pasado nada... Creo que la mayoría de la gente piensa en esta línea».

El hecho de que no exista unanimidad en torno a esta cuestión le genera cierta desconfianza y «miedo», aunque «hay países que han probado la segunda dosis con Pfizer y eso sí que me da más fiabilidad que el estudio que se ha llevado a cabo con 600 personas».

A esta mujer de 37 años le vacunaron el pasado 28 de febrero -tuvo fiebre y dolor muscular al día siguiente- y le tocaba la segunda dosis este domingo. «Me llamaron de Osakidetza anteayer para decirme que se había suspendido la vacunación y que se pondrían en contacto conmigo a la espera de qué va a pasar». De nuevo, en 'stand by'. «Fuimos los primeros en ponernos la vacuna de AstraZeneca y al final parece que vamos a ser los últimos en completar la pauta. Todo se está posponiendo y no sabemos hasta cuándo», lamenta.

Fernando Herreruela coincide con la mayoría. «A los que nos han puesto la primera dosis de AstraZeneca y que además no hemos tenido ninguna reacción adversa no hay razón para que no sigamos con la misma. A mí la lógica me dice eso», señala. En este sentido, sobre los posibles casos de trombos relacionados con la vacuna, opina que «si hicieran con una aspirina las pruebas que están haciendo con AstraZeneca alucinaríamos mucho. Creo que esto es más una guerra comercial». Este docente fue vacunado el pasado mes de marzo y a medida que ha ido avanzando el proceso de vacunación reconoce que ha intentado «desconectar de tanta sobreinformación y tanto cambio de criterio. Hay mucho hartazgo con todo esto. Y eso de que se pueda elegir... no lo veo del todo claro».