Urgente Largas colas en la AP-8 y la GI-636 en dirección a la muga
El grupo de estudiantes posó en el aeropuerto antes de salir a Irlanda.

Los viajes de idiomas se reactivan

EMY es la primera agencia que envía a un grupo de alumnos a estudiar inglés al extranjero tras año y medio de parón

pablo bellido

Miércoles, 25 de agosto 2021, 11:59

Las academias de idiomas y agencias especializadas vieron cómo en marzo de 2020 se paralizaron todos los planes de posibles desplazamientos al extranjero. El Covid ... impedía a miles de estudiantes, además de hacer una vida normalizada, ir a otro país para practicar una lengua que estaban aprendiendo en las aulas. Los tradicionales viajes de verano a Estados Unidos, Reino Unido, Francia o Alemania o las intenciones de algunos jóvenes para hacer el curso escolar quedaron totalmente suspendidos.

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La normativa cambiante según el desarrollo de la pandemia en cada país para poder acceder a él hacía imposible plantearse enviar a jóvenes, muchos de ellos menores, a esos territorios. PCR que se convertían de la noche a la mañana en cuarentenas obligatorias antes de poder pisar territorio extranjero, pruebas diagnósticas que debían estar realizadas durante las 72 horas previas se exigían en 24 horas... un vaivén de normativa que hacía imposible a las empresas dedicadas a la gestión de cursos de idiomas en el extranjero poder organizar grupos de alumnos con antelación.

A ello, a su vez, sumaban la inestabilidad de las compañías aéreas a la hora de confirmar los vuelos en los aeropuertos y el peregrinaje que ha supuesto desde que está el Covid reclamar un billete y saber cuándo se va a poder reutilizar.

Las excursiones para conocer el país de destino forman parte de las actividades del plan de estudios.

La primera experiencia positiva tras año y medio de parón ha venido de la mano de la agencia de idiomas EMY, especializada en este tipo de viajes. El primer destino: Irlanda, con una veintena de jóvenes la primera quincena de agosto. «Ha sido complicadísimo poder llevar a estos pocos estudiantes. Nos ha costado mucho más enviar a este pequeño grupo que a los 500 estudiantes que con los que solíamos trabajar antes de que llegara el coronavirus», establece Beatriz Estraviz, manager de la agencia de idiomas en el extranjero EMY.

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Irlanda

«En el 2020 no enviamos a ningún grupo de alumnos al extranjero, debido a la mala situación sanitaria, y en lo que llevamos de 2021 es la primera experiencia que hemos tenido», cuenta Estraviz. La decisión de elegir Irlanda como destino fue meramente práctica. Este país fue uno de los primeros de la zona europea en el que solo pedían tener una PCR negativa las 24 horas antes de coger el vuelo. Los demás países donde solían enviar a sus alumnos además de una prueba negativa exigían una cuarentena de 15 días nada más llegar al destino. Este último requisito convertía en imposibles muchos destinos, normalmente los viajes que organizan suelen oscilar entre las dos o tres semanas y evidentemente las cuarentenas no podían formar parte del plan de viaje.

La variante Delta complicó la gestión del viaje ya que el gobierno irlandés se planteó añadir nuevas medidas restrictivas

«El gobierno irlandés decidió que a partir del 19 de julio ya no se necesitaba pasar un aislamiento de 15 días una vez llegabas a su país. Con una PCR negativa ya podías entrar sin ningún tipo de problema. Es entonces cuando decidimos organizar un programa en el que cada chaval estuviese con una familia en distintas zonas de Irlanda», comenta la manager de EMY.

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Pero no todo fue un camino de rosas. La aparición de la variante Delta volvió a traer la incertidumbre sobre el futuro del curso, su rápida capacidad de infección hizo que las medidas volviesen a estar en cuestión y siempre con una vertiente más restringida. «El gobierno irlandés comenzó a dudar sobre si volver a imponer la cuarentena, ya que tenían una incidencia de casos positivos muy alta. En ese momento pensamos que ya no podíamos sacar ese grupo adelante y que teníamos que cancelar toda la operativa», rememora.

No iba a ser el único susto, seis días antes de coger el vuelo la aerolínea con la que habían reservado los billetes les dijo que estaban pensando en suspender los vuelos con España. «Finalmente retrasaron el vuelo un día y pudimos viajar», recuerda. Una vez en suelo irlandés con su PCR negativa en mano, y cumplimentados todos los formalismos los 20 jóvenes pudieron conocer a sus familias de acogida durante 15 días.

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Familias burbuja

Las familias eran núcleos burbuja en el que los estudiantes podían aprender y disfrutar del viaje de manera segura. La gran mayoría de ellas vivían en pueblos muy pequeños en zonas rurales y en granjas que se encuentran situadas lejos de núcleos grandes como Dublín. «Buscamos este tipo de hogares, ya que queríamos un entorno seguro y así evitar los contagios», argumenta Estraviz.

Los alumnos pasaron los quince días inmersos en la vida irlandesa y el balance a su regreso ha sido muy positivo. EMY se plantea ahora volver a mandar a otro grupo de estudiantes en breve. «Volveremos a enviar a un grupo de estudiantes para estudiar durante todo el año en Irlanda», asegura Estraviz.

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