Comprar en Asia sin salir del barrio
La fiebre por la comida oriental se cuela en las cocinas y supermercados de Gipuzkoa. DV ofrece una guía básica de ingredientes y recetas para no perderse entre gyozas y dumplings en pleno año nuevo chino
Marcela Salazar y Maider Calvo
San Sebastián
Sábado, 17 de febrero 2024, 07:29
Kimchi, gyozas, dim sum, rollitos de primavera, dumplings, galanga (similar al jengibre), raíz de loto, algas... La fiebre por la comida asiática no parece tener ... fin, al contrario, se ha colado con fuerza en las cocinas y supermercados de Gipuzkoa. Pedir una ración de gyozas de aperitivo en lugar de croquetas ya no suena casi ni moderno, y para bordar un plato japonés que has visto en un vídeo en internet solo hace falta bajar al supermercado de al lado de casa para hacerse con los ingredientes más exóticos.
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En plenas celebraciones del nuevo año chino, DV se cuela en uno de sus establecimientos de barrio de la mano del chef donostiarra Mikel Martija, y ofrece una guía para no perderse en este universo culinario. Martija vivió dos años en Filipinas y fue allí donde se convirtió en un experto de la cocina del sudeste asiático y que pudo conocer y distinguir todos los olores y sabores que esta esconde. Precisamente gracias a ello, ahora imparte clases especiales de sushi, ramen y del sudeste asiático, en donde suele recomendar varios productos a sus alumnos.
«Recuerdo que cuando volví de Asia traje cientos de sobres de condimentador de la marca 'Lee Kum Kee' en la maleta, que, según yo, sólo vendían en Asia. Cuando los vi a la venta aquí en Donostia me quedé atónito, ya no hace falta trapichear», confiesa riendo, ya que este tipo de productos ahora son fáciles de encontrar en Donostia, mientras pasea entre los pasillos de un supermercado en el barrio de Gros en Donostia, donde los alimentos tienen que tener un cartel con la traducción porque una buena parte son importados de Asia.
«Recuerdo cuando volví de Asia y traje cientos de sobres de condimentador en la maleta. Cuando los vi aquí me quedé atónito»
Mikel Martija
Chef donostiarra
Los productos más demandados
Xu suele atender a los guipuzcoanos que visitan su supermercado en la Calle Iparraguirre del barrio de Gros en Donostia con una sonrisa y un saludo, a pesar de no saber mucho castellano. Este hombre de origen chino abrió este local de alimentación en 2016 y empezó a vender productos asiáticos debido «a la gran demanda de familiares y amigos» y también porque pensaba que iba a atraer a todo tipo de clientela. Y no se equivocó.
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«Llegué a Donostia hace siete años, antes vivía en Madrid. Desde entonces fuimos trayendo productos asiáticos poco a poco y hora tenemos varios clientes que vienen exclusivamente por ellos», comentaba Xu, quien regenta este local junto a su esposa. Pero la clientela de Xu, no es solo de origen chino.
Despensas
Martija da fe del creciente interés de los donostiarras por esta gastronomía, no solo como comensales sino como cocineros. «La gente quiere aprender recetas para cocinarse sus propios platos. Seguro que si abres la despensa de cualquiera encontrarás, al menos un producto procedente de Asia», explica.
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La primera persona con la que nos encontrábamos era con Blanca. Esta vecina del Antiguo se declara una «amante de la gastronomía asiática» desde que la probó en el año 2018 y confiesa que todo fue gracias a su «cuñada vietnamita, que solía cocinarnos comida tradicional de su país. A raíz de ello, decidí comprar los ingredientes y empezar a replicar sus recetas», confesaba la joven de 25 años. «Uno de mis grandes descubrimientos fue la salsa de pescado que le da un sabor riquísimo a la comida». Aunque cuenta que desde entonces, también ha descubierto verduras como el Pak Choi (una especie de col asiática) y las setas disecadas, como por ejemplo, la seta oreja de Judas (llamada así debido a su forma).
«Mira esto son huevos milenarios, -explicaba Mikel Martija a medida que nos íbamos adentrando por los pasillos del local- esto es una delicatessen en China. Son huevos que se entierran durante meses en cal, ceniza y cáscara de grano de arroz y que después se sacan. El huevo se vuelve negro y gelatinoso por dentro», destacaba.
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Otro de los productos que llamaban la atención del cocinero eran unas patas de pollo envasadas al vacío. «Las patas de pollo tienen bastante colágeno. En Asia son bastante comunes», remarcaba.
«Cada vez que voy salgo con bastantes cosas, sobre todo básicos como arroz, salsa de soja, algas y aceite de sésamo, porque en casa cocinamos mucho sushi, de hecho, para celebrar mi cumpleaños una vez hicimos sushi. Siempre aprovechamos alguna ocasión especial para prepáralo», contaba Blanca.
Otro de los productos que suelo comprar es la masa para gyozas, (una especie de empanadilla rellena que es bastante típica en Japón). Como tantas que creo que ya he reemplazado las croquetas por gyozas», reía Blanca que además destaca que una de las ventajas de estos productos, es que «tienen bastante margen de caducidad y suelen durar bastante tiempo, tanto en la despensa como en la nevera».
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«La raíz de loto y muchas otras frutas y verduras asiáticas tienen bastantes propiedades y beneficios para la salud»
Isabel Moreno
Vecina de Oñati
«Casi nadie lo sabe, pero muchas de las frutas y verduras asiáticas tienen beneficios para la salud», confesaba Isabel Moreno. Esta oñatiarra se encontraba caminando por los pasillos del supermercado, buscando la raíz de loto. «Doy clases de alimentación macrobiótica en una academia y solemos cocinar alimentos que tienen beneficios para la salud. He aprovechado que estaba en Donostia para venir a buscar esta raíz, que es muy buena para los problemas pulmonares», aseguraba
Adela Zixi Lu Wang, directora del Instituto Chino de Gipuzkoa destaca que siempre que visita el supermercado se encuentra con personas de todas partes de Asia, así como también con varios guipuzcoanos. «He visto a muchas personas de Tailandia, Vietnam y últimamente he visto a varios mongoles, que es una población que está creciendo en Donostia», asegura.
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Esta mujer de cuarenta años, pero que lleva más de veinte en Donostia, cuenta que varios de los alumnos de su instituto que han visitado China también se han interesado por este tipo de productos. «Vuelven y quieren cocinar platos que comieron allí. Les suelo ver muchas veces con bolsas llenas», admite . Adela además cree que el creciente éxito de la comida asiática se debe a que «cualquier persona puede encontrar un producto a su gusto, tanto dulce, como salado, además de verduras y frutas consideradas exóticas, que sólo pueden encontrarse en este supermercado».
Comida Picante
Adela admite que «los asiáticos y los vascos tienen un factor en común y es el gusto por la gastronomía y por cocinar. Aunque los asiáticos buscamos sobre todo el picante, porque la comida china tiene mucho picante a diferencia de la cocina vasca», destaca.
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«Los asiáticos y los vascos tienen un gusto común por la cocina. La diferencia es que a los asiáticos nos gusta mucho el picante»
Adela Zixi Lu Wang
Directora del Instituto Chino de Gipuzkoa
La teoría de Adela la confirman fácilmente las urnietarras Sonia Velázquez y su hija Asia, quienes suelen consumir productos asiáticos regularmente. «A mi hija le encantan las sopas instantáneas picantes desde muy pequeña, en cambio, yo no las aguanto, yo prefiero los dulces», reconoce.
Sonia cuenta que fue precisamente la profesora de chino de su hija quien le comentó que podía conseguir todo tipo de productos de Asia en Donostia. «Mi hija estudia chino desde que es pequeña y su profesora nos regalaba de vez en cuando comida asiática, gracias a ella siempre que vamos a Donostia aprovechamos para comprar productos», finaliza.
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El auge de las clases de cocina asiática en Donostia
Las de sushi, ramen y comida del sudeste asiático son algunas de las clases más demandadas en Mimo Bite The Experience, un local ubicado en el Hotel Maria Cristina en donde Mikel Martija enseña a sus alumnos a elaborar diferentes recetas. «Tratamos de hacer varios platos y una vez preparados, nos sentamos a la mesa y los degustamos», contaba Mikel. «Yo viví dos años en Hong Kong cuando era joven y he venido con una amiga que también vivió en Corea. Disfruto mucho viniendo a estas clases porque me transportan automáticamente a esa época», confesaba una de las alumnas asistentes a la clase de cocina del sudeste asiático de Mikel.
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