«Los clientes valoran que les lleves el pescado a casa, listo para cocinar»
Lontxo Ormazabal está al frente de una pescadería desde hace algo más de un año en Beasain, desde donde realiza el reparto por pueblos de Goierri
Adaptarse o morir. Las redes sociales pueden ser una buena herramienta de trabajo y whatsapp, además de una plataforma para enviar mensajes a familiares ... y amigos, el escaparate perfecto para mostrar los productos con los que cuentas en tu establecimiento. Lontxo Ormazabal lo tiene claro y parece que su teoría tiene fundamento, ya que, desde que hace año y medio se hizo cargo de la pescadería en Beasain, sus vídeos tienen muy buena aceptación y gracias a ellos recibe a diario pedidos de sus clientes, no solo en la villa papelera, también en otros pueblos de Goierri. «Preparamos todo el género muy temprano y después grabamos el vídeo con el pescado, el marisco y otros productos para enviarlo por whatsapp. Luego la gente nos dice lo que quiere, cuánto y cómo lo quiere», asegura Ormazabal. «Entre nuestros clientes contamos con beasaindarras que nos realizan los pedidos por esta vía, porque les resulta muy cómodo pedirlo. Nosotros se lo preparamos para cuando ellos quieran. A la hora que nos han indicado, su pedido está listo y se lo llevamos, sin esperar». Quienes más se benefician de este método de trabajo son los vecinos de los pueblos pequeños que «no se tienen que desplazar a ningún sitio para comprar. Sin salir de casa o del trabajo, nos reservan el producto que quieren y, después de cerrar nuestro negocio, realizo el reparto en pueblos como Gabiria, sobre todo, aunque ahora también atendemos pedidos de Ataun y otros pueblos cercanos».
«Preparamos todo el género muy temprano y después grabamos el vídeo con el pescado para enviarlo por whatsapp»
Lontxo Ormazabal
Pescadero
El gabiriarra reconoce que «en estos pueblos pequeños sin tiendas hay que organizarse de alguna manera para tener lo que necesitas y, aunque en el caso de Gabiria contamos con establecimientos alimentarios en Ormaiztegi, en muchos casos realizar las compras es complicado por horarios de trabajo. Por eso, creo que hemos acertado ofreciendo la oportunidad de ver el género, poder programar lo que vas a preparar para comer o cenar y llevar el género a casa. La gente lo agradece y está contenta, o al menos eso es lo que nos dicen. En este año y medio no nos podemos quejar. El negocio va bastante bien y esperamos que en otros pueblos también empiecen a realizarnos pedidos, porque esto es como comprar cualquier otra cosa por internet».
Facilitar las compras
Emprendedor nato, Lontxo se puso al frente de la pescadería que lleva su nombre junto a su mujer, Laura Pérez, tras 29 años trabajando en el restaurante Korta. La pandemia hizo que se animaran a emprender su propio negocio y, aunque eran conscientes de que no iba a ser fácil. «En Beasain ya había otras pescaderías y éramos los últimos en llegar, por lo que teníamos que hacernos un hueco. En ese sentido, vender en los pueblos sin establecimientos nos pareció una buena idea. Al final, muchos de ellos tienen que venir a pueblos más grandes y somos conscientes de los problemas de acceso o parking que existen, por lo que facilitarles las compras nos pareció una buena idea», asegura Ormazabal.
El gabiriarra reconoce que «el perfil de la gente que vive en los pueblos ha cambiado. Son parejas jóvenes con hijos que trabajan fuera de casa. La figura de la 'etxekoandre' casi ha desaparecido o su edad ya es bastante avanzada y también valoran que que les lleves el pescado a casa, limpio y listo para que lo cocinen o preparen a su gusto. Muchas veces escogen el producto previamente a través de los vídeos».
«Creo que hemos acertado ofreciendo este servicio, es complicado realizar las compras por horarios de trabajo para mucha gente»
Eso ha supuesto que Lontxo y su mujer Laura, con el apoyo de su compañero de trabajo, Jose Mari Etxeberria, tengan que trabajar duro y de forma sincronizada. «Es fundamental que nos coordinemos a la hora de preparar los pedidos porque no podemos vender dos veces el mismo producto o entregar sin limpiar las anchoas», reconoce Ormazabal. «La verdad es que puedes equivocarte una vez, pero no más. Tienes que entregar al cliente aquello que ha visto y le ha gustado cuando se lo has ofrecido previamente».
Lontxo cuida cada detalle de los vídeos «porque la gente compra con la vista, pero la calidad tiene que ser la mejor. Al final, es lo que vale».
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