«El turrón se vende igual de bien en noviembre que en Navidad»

Cuando apenas nos estamos acostumbrado al cambio de hora, los supermercados comienzan ya a vender polvorones, mazapanes y turrones. La Navidad cada año llega antes, al menos a las tiendas, y este año podemos ver ya bolas de navidad en algunos escaparates, los dulces en la estanterías y los abetos a la espera de que alguien los compre en los bazares.

«Ponemos a la venta los dulces navideños a finales de octubre porque lo demandan los clientes. Desde hace varios años, en torno al puente de Todos los Santos, colocamos los mazapanes, turrones y polvorones en las estanterías. Además, en diciembre algún tipo de turrón suele agotarse», señala Javier Franco, el jefe del supermercado BM Pagola que lleva más de treinta años trabajando en el sector.

«Los ingresos por la venta de este tipo de dulces en torno a estas fechas cada año se incrementan», destacan los responsables de BM supermercados. Una tendencia que se repite en la mayoría de los supermercados guipuzcoanos donde por estas fechas los turrones, bombones y calendarios de adviento tienen un lugar preferente en las estanterías.

La reacción de los clientes cuando estos días descubren los productos navideños colocados en las estanterías es variada. Algunos miran con escaso entusiasmo y otros creen que «el turrón debería venderse todo el año», como Jon Anasagasti. «No me gusta mucho la Navidad, pero sí todos los dulces que se venden en esta época del año», relata este cliente habitual del establecimiento mientras introduce en la cesta de la compra un turrón de chocolate Suchard, el producto navideño más vendido.

Aunque no todos los clientes reciben con ganas el inicio de la venta de productos navideños. «¡Qué pronto colocáis el turrón!, si queda todavía un mes», suelen comentar pero «por mucho que algunos asiduos al establecimiento nos lo echen en cara, luego siempre compran, y así lo muestran los resultados», argumenta Javier Franco, jefe del supermercado BM Pagola.

El miedo a un posible desabastecimiento de algunos productos y la opción de pillar ofertas ha empujado a un porcentaje de los clientes a adelantar sus compras y congelar el producto fresco. «Desde los almacenes insisten en que estemos tranquilos y que no van a existir problemas de desabastecimiento», destacan los responsables de BM a los que les esperan maratonianas jornadas de trabajo en las próximas semanas.