«La ciudadanía no entiende que debe acudir a los bares de forma distinta»

La segunda ola que hace semanas aterrizó en Gipuzkoa está convirtiendo en una dinámica casi habitual los cierres provisionales de los locales -ya sea por prevención u obligación por parte de Osakidetza-, motivados por el positivo en Covid-19 de alguno de sus trabajadores. En concreto, la capital guipuzcoana suma -además de los discotecas donde se están practicando pruebas de cribado- una quincena de bares en esta situación, si bien el control del virus y la ausencia de un número preocupante de afectados en las plantillas no han precisado de un llamamiento masivo por parte de Osakidetza.

Desde la asociación hostelera, dicen, continúan realizando campañas de concienciación entre sus asociados para cumplir con las recomendaciones y las normas de prevención del covid, sin embargo, «de poco sirve el esfuerzo del sector, si la ciudadanía no entiende que debe acudir a los establecimientos de forma distinta», subraya.

El sector de la hostelería de Gipuzkoa se suma igualmente al mensaje de que sin un «trabajo colectivo», de poco sirven los esfuerzos individuales. Y ejemplos, dicen, hay muchos. «De poco valen las distancias entre mesas, si luego viene una cuadrilla de 8 o 9 personas y junta todas las sillas. O de poco sirven las raciones individuales, si luego picamos del plato de un amigo con el que no convivimos».

Kino Martínez hace hincapié en que la hostelería guipuzcoana está realizando «el mayor esfuerzo posible y está cumpliendo con todos los requisitos que se nos exigen desde la administración pública», en cuanto a medidas de control, hidrogeles, uso de mascarilla y distancias. Pero «la ciudadanía debe entender que el mismo uso y respeto que se tiene al entrar en una farmacia, se tienen que tener al entrar en un establecimientos hostelero», reprocha.

Por eso, invita a «seguir manteniendo viva la hostelería, que es un motor económico importantísimo en Gipuzkoa», pero a hacerlo de forma «más cauta»