Devastación por una DANA histórica

'Chispas' guipuzcoanos para iluminar Valencia

Después de achicar el agua y limpiar el barro y lodo de las calles de los municipios afectados, la vuelta a la normalidad en la Comunidad Valenciana pasa por manos de los profesionales de distintos gremios que serán de vital necesidad en las próximas semanas. Las casas tienen que recuperar luz, wifi y electricidad. Las tuberías deben desatascarse para retomar su actividad. Para ello, fontaneros, electricistas, bomberos y en general profesionales de distintos ámbitos serán precisados por las autoridades de diferentes zonas para devolver Valencia a la normalidad. Después de la ola de solidaridad con ayuda humanitaria en la que miles de personas trasladaron comida, ropa, materiales de higiene y más productos de primera necesidad, llega la hora de los profesionales.

Cientos de iniciativas solidarias en Gipuzkoa han aportado su granito de arena para que Valencia vuelva a lucir limpia y transitable cuanto antes. Los kilos de comida, ropa, litros de agua y ayuda humanitaria han llenado los almacenes de Valencia hasta desbordarlos. La ayuda seguirá siendo necesaria en los próximos meses, pero ahora la prioridad se centra en volver a la normalidad en todas las casas, comercios y empresas que han quedado destrozados. Para ello, las autoridades locales precisan de profesionales de todas las partes de España, también de Gipuzkoa.

Además de todos los bomberos, policías y sanitarios guipuzcoanos que han pasado por tierras valencianas para ayudar, profesionales del territorio se están ofreciendo para colaborar en las zonas afectadas. En este caso, un grupo de siete electricistas se ha volcado con las víctimas y ofrece mano de obra profesional para que las localidades afectadas vuelvan a la normalidad lo antes posible. Partirán el jueves y establecerán su centro de operaciones en Benetússer.

La iniciativa de los electricistas nació de un grupo de universitarios valencianos. Crearon una app para organizar las incidencias eléctricas. A través de Google Maps, se ubican estas averías y se manda a los técnicos al lugar exacto. Comenzaron a solicitar profesionales mediante Instagram y Pedro contactó con ellos. Así, han conseguido reunir a un ejército de más de 200 electricistas que reparará las conexiones de las zonas más afectadas por la DANA.

«Vamos los siete de la empresa, la plantilla al completo. En un principio íbamos a ir sólo dos, pero en cuanto se enteraron los demás se apuntaron enseguida», cuenta Pedro. «Llevamos todas las furgonetas de empresa y, aparte del material técnico, también tenemos ayuda humanitaria que nos han donado varias asociaciones».

En este caso, la solidaridad de los comercios locales también se ha volcado con el viaje de Pedro y sus compañeros. «Muchas asociaciones y tiendas nos han ayudado. Una tienda de zapatos, Calzados Tello, nos ha donado 100 pares de botas Katiuskas para que las llevemos allí», relata el electricista.

A raíz de la ocurrencia de su hija, Pedro ha decidido bautizar la iniciativa como 'Una sonrisa, una chuche'. «Repartiremos los conos de chuches entre todos los electricistas y se los daremos a cada niño que veamos sonriendo». La asociación Bóveda Gazte Elkartea se ha encargado de montar 200 conos. «Los monitores y los niños de Bóveda se ofrecieron voluntarios para ayudarnos, y muchas más personas han querido darnos chuches para que las llevemos».

Además de ir casa por casa para arreglar las conexiones wifi y eléctricas de locales y talleres, estos electricistas aprovecharán para ayudar en una causa más. Alba es una chica valenciana que dio a luz en pleno temporal hace dos semanas. «Hizo un llamamiento desesperado para conseguir leche para neonatos, ropa o pañales porque lo había perdido todo. Llevamos un paquete específicamente para ella con productos para niños. Una mujer nos ha donado una silla gemelar nueva, de su bolsillo, para que se la demos a Alba porque tiene otros dos niños», explica Pedro.

La aplicación creada por un grupo de universitarios permite una organización que en muchas ocasiones se ha echado en falta en las zonas afectadas. «Vamos a tiro fijo. La app nos dirige a la ubicación exacta y nos dice qué tipo de avería es. Arreglamos y actualizamos la app. Es una forma muy buena de organizarnos», expone Pedro. Esto permite gestionar al mismo tiempo a un gran número de profesionales. «Va a llegar un momento en el que haya menos incidencias que electricistas en la zona».

Pedro Lucero y sus siete compañeros de empresa van a realizar labores muy importantes más allá de su función como electricistas reparando las conexiones de Valencia. Intentarán devolver la sonrisa a unos niños que han visto cómo su vida ha cambiado en cuestión de horas.