El chapuzas comparece en el juzgado

El investigado se negó a responder a los letrados que asistieron a la comparecencia y que representaban a parte de los perjudicados. Solo contestó a su abogado. En presencia de la magistrada María José Rúa, titular del órgano judicial, Josué S.J. afirmó que su intención fue siempre la de finalizar los trabajos que había iniciado y añadió incluso que habría cumplido los contratos si le hubiesen permitido. La declaración apenas duró unos minutos, tras lo cual abandonó la sede judicial. Eran ya las dos de la tarde.

En las próximas semanas se espera que el juzgado comience a citar a las familias que decidieron interponer denuncias contra el acusado. En total son 31 las reclamaciones judiciales que se han acumulado en este juzgado donostiarra, después de que la Guardia Municipal de la capital guipuzcoana llevase a cabo una trabajada investigación que finalizó con la detención del chapuzas, que fue puesto a disposición judicial, si bien posteriormente quedó en libertad provisional. Se estima que el monto de lo defraudado se aproxima a los 300.000 euros.

El investigado cuenta con una dilatada trayectoria y viene actuando al menos desde 2008. El supuesto estafador obtenía clientes mediante la distribución de publicidad en buzones, portales y bares y se ofertaba para realizar trabajos de reparaciones en pisos a precios económicos y en poco tiempo. En Gipuzkoa se ocultaba detrás de varios nombres comerciales: «Reformas Josetxu» «K-2» y «Donostia». En los pasquines que distribuía facilitaba varios números de móvil.

Por lo general, acostumbra a convenir un presupuesto del que el arrestado exige un adelanto que oscila entre el 20 y 30% para la compra de los materiales. Tras recibir la cantidad establecida, envía a unos operarios, algunos de los cuales carecen de conocimientos de la profesión, y dan comienzo a las labores de derribo de aquellas dependencias que hay que reformar. Se han dado casos en los que tras la primera jornada laboral, los operarios se ausentaban para no regresar nunca más.

El acusado dejó un rastro de su presunta actividad ilícita por diferentes localidades de Gipuzkoa. San Sebastián, Tolosa, Oiartzun y Errenteria, Irun... fueron algunos de los escenarios. Se desenvolvía con absoluta impunidad hasta que la Guardia Municipal donostiarra tomó cartas en el asunto. En enero del pasado año, agentes de este cuerpo procedieron a su detención, aunque quedó en libertad con cargos tras ser puesto a disposición judicial.

En los últimos días, el investigado ha vuelto a estar de nuevo de actualidad después de que se haya conocido que en Bizkaia existente otros treinta perjudicados, algunos de los cuales ya han interpuesto denuncias en su contra, según aseguran a este periódico varios damnificados.

Con estas nuevas denuncias, se estima que el número de reclamaciones cursadas por la vía penal contra el investigado ascienden a unas setenta en el conjunto de la comunidad autónoma, aunque se sabe que ha realizado trabajos en localidades de Cantabria limítrofes con Bizkaia, como Castro Urdiales y Laredo.

Las víctimas vizcaínas, al igual que lo hicieron las de Gipuzkoa, reclamaron los servicios del presunto estafador después de que recibieran publicidad en el buzón de sus casas. En Bizkaia usó nombres diferentes a los de Gipuzkoa: «Reformas y Reparaciones Euskadi», «Jesús» y «Guillermo». Su 'modus operandi', no obstante, ha sido idéntico prácticamente en casi todos los pasos. Entre estos últimos perjudicados hay quienes pactaron la forma de pago y adelantaron una parte del presupuesto.

El investigado ya afrontó un juicio en la capital guipuzcoana por el que fue absuelto, aunque la Fiscalía solicitaba dos años y nueve meses de prisión y la devolución de 9.000 euros a dos familias perjudicadas de Bergara. El magistrado, tras la valoración de las pruebas, absolvió al acusado al considerar que no había quedado probado que tuviera el ánimo de defraudar. Recordó además que fueron las perjudicadas las que tomaron la decisión de rescindir de sus servicios antes de que concluyera los trabajos.