La nueva cárcel de Zubieta empezará a construirse en mayo y costará 38,8 millones

La gestora pública de infraestructuras penitenciarias, Siepse, en su consejo de administración del pasado miércoles, confirmó la elección de esta UTE tras obtener la mejor puntuación (83,77 puntos) entre las diez aspirantes. Las ofertas económicas, que tenían un peso del 70% sobre el 30% de la oferta técnica, oscilaron entre los 35,2 millones -propuesta que fue descartada por ser «anormalmente baja»- hasta los 41,1. Finalmente, la UTE adjudicataria obtuvo la mejor valoración media sumados ambos parámetros y será la que construya el Centro Penitenciario Norte III y el CIS, con un presupuesto de 38.878.439 euros y un plazo para finalizarlo de 22 meses. El inicio, tal y como anuncia Siepse, está previsto para el próximo mes de mayo.

Será entonces cuando comiencen a trabajar las máquinas en la parcela de Ezkuzaitzeta donde ya se realizaron trabajos previos en el terreno. La instalación completa ocupará 35.800 metros cuadrados y su diseño será «sostenible» y su estructura se asemejará a una «pequeña ciudad» donde los equipamientos se distribuirán en torno a una avenida central ajardinada que servirá de zona de paso entre los distintos edificios. Así lo definió el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, cuando el pasado diciembre presentó en San Sebastián el proyecto definitivo y avanzó el calendario para que la nueva prisión esté operativa en primavera de 2023.

El centro penitenciario tendrá capacidad para unos 500 reclusos. Un tamaño medio suficient4e para atender a las cerca de 300 personas que ahora cumplen condena en Martutene. La nueva prisión se dividirá en seis módulos residenciales con 234 celdas dobles. Uno de esos módulos, con 25 celdas, estará destinado a mujeres. El módulo de ingresos contará con 36 celdas. Y se dispondrán otras siete para el régimen disciplinario, aunque Zubieta -según remarcó Grande-Marlaska- no tendrá celdas de régimen cerrado o primer grado. El diseño, aseveró entonces, es orientar la estructura al objetivo legal de «la reeducación y reinserción social», no solo para «la función punitiva» con la que fue concebida Martutene.

La prisión contará además con 15 camas en enfermería, cocina, lavandería, un edificio deportivo-cultural, cinco talleres productivos para el trabajo remunerado de los internos, patio o un edificio dedicado a las comunicaciones exteriores, con espacio para las visitas y con un sistema de videoconferencias reforzado.

El centro de inserción social para reclusos en régimen de semilibertad dispondrá de 52 habitaciones. En él se instalará el Sistema de Gestión de Penas y Medidas Alternativas que administra los programas o trabajos en beneficio de la comunidad como sanción alternativa a la privación de libertad.

El nuevo penal será el «más moderno de España», según aseveró el ministro, y contará con un plan de eficiencia energética para que sea «sostenible».