De Hernani a Arrasate, en busca del agua y la sombra
Los guipuzcoanos combaten esta jornada sofocante en los mejores refugios: piscinas, ríos, playas, y siempre a la sombra
A remojo. Es la mejor manera de combatir las altas temperaturas que este miércoles está soportando Gipuzkoa, especialmente las localidades del interior, donde la alarma ... roja activada se está dejando notar. «Los mayores estamos a la sombra y los pequeños juegan con el agua. Es la mejor manera de pasar estos días», aseguraban este mediodía los padres que se habían acercado a la ribera del río Deba en Arrasate, el municipio con el mercurio más alto del territorio, informa Iker Murillo.
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Allí, los chorros de agua de Villa Amparo, sirven de refugio para refrescarse de los casi 40 grados que han alcanzado en el Alto Deba. Con agua y refrescos han pasado allí la jornada laboral a pie de obra Luis y sus compañeros. «Lo hemos llevado más o menos bien», aseguraban antes de que el termómetro alcanzara el pico más alto. Por primera vez, y ante la alerta de calor extremo decretada por Euskalmet y Aemet, habían decidido parar antes de lo previsto y evitar las horas centrales de más calor porque «esta zona va a ser un infierno» por la tarde, pronosticaban.
En Tolosa, Anartz García recogía el testimonio de otros trabajadores como Ysaura, camarera en el bar Eguzki, que también le toca trabajar en la terraza. «Exceptuando algún día como este, el verano no está siendo muy caluroso», así que unas horas de sofoco no le asustaban. Tampoco a Javier que se refrescaba en el río en Tolosa junto a sus hijos y su mujer. «Esto no es nada en comparación con Madrid», aseguraba a Marcela Salazar este madrileño que veranea todos los años en la villa papelera.
Junto al Urumea, en Ugaldetxo, pasaban también el día varias familias del entorno de Hernani, donde las piscinas, según cuenta J. F. Manjarrés, estaban llenas. Los 33 grados que marcaba el termómetro fuera animaban a darse un chapuzón. Y llenas han estado también las playas, donde la temperatura del agua a 22,5º es el mejor remedio contra el calor.
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En la costa, el mercurio se ha quedado rozando los 35º en algunos puntos, como en Pasaia, donde los turistas no han dejado de pasar en la motora de un lado al otro del puerto, cuenta Elena Viñas, o en Donostia, donde algunos han optado por refugiarse en centros comerciales, al fresquito del aire acondicionado, ha comprobado Dani Soriazu.
A remojo, o a la sombra, como buscaban los vecinos de Irun, contaba Joana Ochoteco, o de Eibar. Desde allí, J. A. Rementeria cuenta la anécdota de Josue, que le había cogido la moto eléctrica a su madre para ir más rápido a hacer la compra. «He bajado a hacer unos recados y la verdad es que hace un calor infernal», decía mirando los termómetros, siempre recalentados, de la calle, que superaban los 40º. Aunque en Eibar la máxima oficial no ha llegado a esa barrera.
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