Desaparecen una víctima de maltrato y su bebé de un piso de acogida en Gipuzkoa
Seguridad afirma que la mujer huyó de forma planificada con su agresor del piso de Donostialdea, aunque fuentes policiales señalan que el protocolo de protección de riesgo especial no se cumplió
Una víctima de violencia de género con riesgo especial y su bebé de diez meses se encuentran en paradero desconocido desde el pasado sábado, ... cuando salió de un piso de acogida de la Diputación de Gipuzkoa en el que residía con otras mujeres en situación similar, y terminó montándose en un vehículo con el hombre que tenía orden de alejamiento con respecto a ella y a su vez padre de la menor. La joven, de 20 años, salió a pasear con su hija sin protección y se montó en un coche con su agresor, de 25-26 años de edad. Esa misma noche se dio orden policial de búsqueda a nivel de Europa.
Fuentes del Departamento de Seguridad aseguran que la mujer, para la que un juez había decretado el máximo nivel de riesgo, se fugó del centro, al parecer en un plan acordado con su expareja, que la esperaba en el exterior con otro varón en un coche. Según han podido comprobar a través de las grabaciones de cámaras de seguridad, ella se montó sin mostrar resistencia.
Fuentes policiales, a las que ha tenido acceso este periódico, afirman que no se cumplió el protocolo de protección de riesgo especial. Según estas mismas fuentes, sobre las 11 de la mañana, la coordinadora del centro, tal como establece el protocolo, llamó a la comisaría de la zona para avisar de que la mujer iba a salir hacia las 17.00 horas. Sin embargo, por motivos que no han sido aclarados, la mujer no recibió protección. Preguntado por estos hechos, el departamento de Seguridad ni confirmó ni desmintió la existencia de esta llamada, a la espera de obtener más información. Sí asegura que tuvieron constancia de la desaparición una vez que el centro denunció el sábado que la mujer no volvió al piso de acogida. Y fue entonces cuando se activó la búsqueda.
Las claves
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Cámaras de videovigilancia Las grabaciones recogen a la mujer, de 20 años, subiendo en un coche con su agresor y otro hombre
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Riesgo especial Hace al menos cuatro meses recibía la máxima protección de una agresión a casa
La Diputación de Gipuzkoa únicamente ratificó anoche a este periódico que la mujer estaba siendo atendida en un recurso foral, del que el sábado salió a dar una vuelta y no regresó, por lo que se dio cuenta de la desaparición a la Ertzaintza, que se ha hecho cargo de la investigación.
Según ha podido saber este periódico, los hechos tuvieron lugar el sábado por la tarde en un municipio de Donostialdea. La joven, de origen de un país del este europeo, es una de las 75 que la Ertzaintza tiene catalogadas de riesgo especial en Euskadi, 13 de ellas en Gipuzkoa, según los últimos datos oficiales. Y como tal, está obligada a comunicar con antelación a la policía cada vez que tenga previsto salir a la calle, si bien es cierto que no todas siempre lo hacen.
Fuentes policiales afirman a este periódico que fue la propia coordinadora del centro tutelado la que, sobre las 11.00 de la mañana, avisó a la ertzain-etxea de que su única residente con el máximo nivel de protección –el resto tiene un rango menor y son sometidas a vigilancias preventivas– tenía la intención de salir a pasear con la pequeña a las 17.00 horas.
Ni el Departamento de Seguridad ni la Ertzaintza pudieron anoche precisar este extremo, que tampoco figura en el atestado policial, pero fuentes policiales conocedoras de los hechos aseguran que sí existió esa llamada, y que el jefe de grupos que ese fin de semana se hallaba al frente de la comisaría –entre semana suelen estar los mandos superiores: el comisario y el jefe de seguridad ciudadana– no dio la orden de vigilancia.
Grabaciones
Tal como se establece en este tipo de situaciones, la coordinadora del centro foral actuó con celeridad en cuanto tuvo constancia de que la chica no había regresado del paseo con su bebé, y acudió a la comisaría para presentar la denuncia. Ante la gravedad del caso, el subcomisario acudió cerca de la medianoche a la ertzain-etxea para el atestado. A continuación se dio la orden de búsqueda a todas las policías.
El atestado policial recoge imágenes de las grabaciones de cámaras de vigilancia municipales en las que se observa a la mujer saliendo del centro foral junto al bebé. En las inmediaciones se encuentra el presunto agresor, de origen magrebí y residente en Gipuzkoa, en compañía de otro varón. Ambos comienzan a seguirla, se acercan a ella y los cuatro acaban subiéndose a un vehículo Audi A-3 de color negro. De la grabación se desprende que los hombres no emplean la fuerza, aunque se desconoce si media algún tipo de coacción o amenaza.
La joven llevaba al menos cuatro semanas anteriores saliendo a la calle con escolta de paisano. Fue una medida judicial adoptada, según fuentes conocedoras del caso, a raíz de un episodio doméstico. Fue un día en el que ella se encontraba con una amiga, cuando el padre del bebé presuntamente se puso violento y la agarró del cuello, momento que la otra chica grabó con su móvil. Al parecer, también llegó a morder a la pequeña de meses, a la que ahora se busca junto a su madre.
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