El Banco de Alimentos de Gipuzkoa ofrecerá más de 45.000 kilos de comida para los más desfavorecidos
Una acción posible gracias a las 107 asociaciones que han donado casi 4 millones de euros a la FESBAL, de los cuales 48.064 van destinados a Gipuzkoa para paliar las consecuencias económicas derivadas por el Covid-19
DV
Lunes, 8 de noviembre 2021, 15:07
Más de 45.000 kilos de comida. Es la cantidada que distribuirá el Banco de Alimentos de Gipuzkoa a las personas más desfavorables del territorio. Más de 100 aseguradoras han donado una cantidad total de 3.8 millones de euros, lo que se puede traducir en 3.6 millones de kilos de comida, a la Federación Española de Bancos de Alimentos (FESBAL). De esta cantidad, 48.064 euros se destinarán a paliar las consecuencias económicas de la crisis de la Covid-19 en Gipuzkoa.
Belen Méndez de Vigo, presidenta del Banco de Alimentos de Gipuzkoa, señala que, «Como presidenta, quiero mostrar a las 107 aseguradoras coordinadas por UNESPA, nuestro agradecimiento por su generoso donativo. Apreciamos mucho su sensibilidad al apoyarnos en nuestra labor de ayuda a los más vulnerables de la sociedad, que es más necesaria que nunca. Así, esperamos que entre todos coman podamos conseguir que todas las familias tengan acceso a los alimentos necesarios.»
A partir de la declaración del primer estado de alarma, el Banco de Alimentos de Gipuzkoa se vio en una situación sin precedentes, para hacer frente a este escenario tuvo que adaptarse a la nueva situación implementando nuevos protocolos de seguridad. Es por ello por lo que se puso en marcha el programa Emergencia alimentaria COVID-19 de la mano de FESBAL, con el objetivo de que la ciudadanía, así como entidades públicas y privadas continúen colaborando con el Banco de Alimentos.
Cabe resaltar que los receptores de estas ayudas ya no son sólo personas de rentas bajas. El perfil se ha ampliado a causa de la situación generada por la COVID-19 y, actualmente, acuden por esta ayuda personas de rentas medias-bajas, de hogares monoparentales, parejas jóvenes, trabajadores que se encuentran en expedientes de regulación de empleo temporales o definitivos (ERTE y ERE), profesionales autónomos cuya actividad ha caído drásticamente, etc. Muchos son nuevos beneficiarios que jamás en su vida pensaron que tendrían que acudir por ayuda de alimentos.