Aprobado el ramal del Topo que evitará las mercancías por el centro de Donostia

Esta variante utilizará el actual túnel entre Lugaritz y Easo, que de este modo se mantendrá en uso a pesar de perder los trenes de pasajeros. Pero en lugar de salir como ahora cerca de la estación dibujando una curva hacia la izquierda para encaminarse a Easo, dentro del mismo túnel actual y bajo el alto de San Roque, saldrá una bifurcación ligeramente hacia la izquierda que inmediatamente dibujará una curva hacia la derecha bajo la loma de Arbaizenea que desembocará en el paseo de Errondo, junto a la entrada a Morlans. Ahí los trenes de mercancías podrán seguir camino hacia Hendaia o, en sentido en inverso, entrar en el túnel hacia Lugaritz, sin adentrarse en el centro de la ciudad.

Con el túnel ya activo, lo que ha aprobado ahora el Departamento de Transportes que dirige Iñaki Arriola (PSE) es la construcción de la nueva curva de enganche entre el ramal para mercancías y la vía principal.

Una vez aprobada la iniciativa, el siguiente paso es licitar el proyecto y adjudicarlo a una empresa constructora. Según la resolución, que ayer fue publicada en el Boletín Oficial del País Vasco (BOPV), el proyecto parte con un presupuesto base de licitación de 10,3 millones de euros y un plazo de ejecución de 18 meses.

Una cantidad y un plazo inferiores a los previstos hace un par de años cuando la idea echó a andar. Entonces se manejaron dos alternativas: la finalmente aprobada y para la que se calcularon 14,5 millones y dos años de obras, y otra más directa que pasaba bajo el vial de Amara y establecía el punto de conexión con la vía principal más cerca de Anoeta, cifrada en 18,3 millones y 16 meses de trabajos.

La rebaja obedece a que este proyecto incluía una actuación complementaria para la reparación de la regata de Morlans, afectada por las obras que se están ejecutando en la zona. Pero esa intervención ya se está llevando a cabo tras haberse desgajado de la 'variante de Amara', según explica el propio departamento en su resolución.

La existencia de esta ruta alternativa para las mercancías permite salvar un escollo que se presentaba para este tipo de trenes: las importantes pendientes del trazado construido en el subsuelo de Donostia, que limitan la capacidad de circulación de este tipo de convoyes. A la vez, liberar de estos tráficos el recorrido por el centro permitirá incrementar las frecuencias de los trenes de pasajeros. Esta plena disponibilidad, unida a la desaparición del fondo de saco que hoy supone la estación de Easo y la creación de una línea continua, hará posible establecer frecuencias de 7 minutos en las líneas más utilizadas.

Entretanto, los trabajos para alumbrar la ruta soterrada por el centro de la ciudad y la zona universitaria avanzan con idea de que el nuevo tramo Lugaritz-Easo para pasajeros esté operativo a finales de 2025 o inicios de 2026. El nuevo recorrido incorpora dos nuevas paradas (Benta Berri y La Concha) y el soterramiento de la de Easo con una nueva estación subterránea.