Animales en la bahía de La Concha: un ecosistema en transformación

Pulpos, cangrejos, sardinas… Desde el fondo hasta la superficie, la bahía de San Sebastián es hogar de un gran abanico de especies

Domingo, 24 de agosto 2025

A primera vista, la bahía de La Concha en San Sebastián puede parecer solo mar, arena y gaviotas, pero fuera de la mirada humana se ... esconden decenas de especies marinas. Ahí abajo, donde no hace tanto calor como en la superficie, bastaron apenas unos pocos metros para que florezca un ecosistema rico y diverso. «En la bahía tenemos como máximo 12 metros en la zona central. No hay mucha columna de agua», explica Jokin Guilisagasti, pescador del Aquarium.

Aunque no alcance grandes profundidades, se pueden distinguir franjas en las que habitan diferentes especies. Guilisagasti explica que se pueden clasificar en especies pelágicas y bentónicas. Las primeras son las que «pululan en la superficie», mientras que las segundas se mantienen «pegadas al fondo», tanto a la piedra como a la arena. La escasa profundidad de la bahía también sirve como «guardería» de peces que luego serán abundantes en el mar abierto.

Este contenido no puede visualizarse correctamente en este formato. Ver experiencia completa
Este contenido no puede visualizarse correctamente en este formato. Ver experiencia completa
Este contenido no puede visualizarse correctamente en este formato. Ver experiencia completa

Guilisagasti también advierte sobre la llegada de nuevas especies a la bahía. Es posible que los animales foráneos causen la desaparición de los autóctonos. «Si viene una especie que es más voraz que las que hay aquí, o un pez más grande que come más, no daría tiempo a los demás animales a regenerarse y podría exterminarlos», explica.

La salud de la bahía

Pese a esta situación, la bahía sigue muy viva. Es cierto que la acción humana y el cambio climático tienen impacto en la biodiversidad submarina, pero su salud es «bastante buena», comenta Arantza Garmendia, directora de Biología del Aquarium. Eso sí, la experta señala un problema: hay demasiado plástico.

Asimismo, Guilisagasti resalta el gran peso que la carga humana tiene sobre las aguas costeras. A 15 o 20 millas de distancia de la tierra, explica, el agua está en mejores condiciones. «Pero en un ratio de más o menos 6 millas se va corrompiendo por la contaminación».

  

La bahía de San Sebastián, como la mayoría de los ecosistemas marinos a nivel mundial, se encuentra en un período de cambio y transición. Aun así, se mantiene latente y es hogar de un mosaico variado de vida marina que habita pegada a la arena, se esconde y asoma entre las rocas o, se deja ver ocasionalmente cuando roza la superficie.

  
  
Este contenido es exclusivo para suscriptores

Suscríbete los 2 primeros meses gratis

Publicidad